La gerontofia se define como un trastorno de ansiedad, que se caracteriza por un temor excesivo, irracional y persistente hacia los adultos, también a envejecer, es un temor que se asocia con las personas mayores, la enfermedad, discapacidad y fragilidad, en una palabra, que consideran que después de cierta edad, se llega a un estado de declive total, en cierta manera, pensando que es una carga para la sociedad, es entonces, cuando se tiene esta visión tan negativa, hacia los adultos mayores, cuando recibe el nombre de edadismo.
Se ha llegado a tal nivel, que es el tercer tipo de discriminación, junto con el sexismo y el racismo. Todo ello, cada vez se va incrementando más, porque se considera que solo la juventud es bella, mientras la llamada “tercera edad”, es prescindible y ya no le dan valor ninguno, en todo esto, la mujer, como siempre, es quien más lo sufre y la discriminan, por el simple hecho de las costumbres ancestrales de asociarla directamente con la casa, los cuidados de todo tipo, la procreadora etc., al mismo tiempo, que al hombre cuando envejece, se le ve interesante y bien visto.
Todas estas personas, que pasan por estos patrones, considerando a los mayores “caducos” suelen ser jóvenes, sin darse cuenta que ellos, también van a llegar a esa edad, supuestamente, pues la vida es más corta de lo que se piensa.
Todos estos pensamientos son hacia las personas que pasan, más o menos, la barrera de los cincuenta años, algo totalmente absurdo, porque cuanto más edad, más conocimientos, más experiencia, más sensaciones y saber hacer, en todos los sentidos que se puedan pensar.
En España la población envejece cada vez más, ya que no hay suficientes nacimientos. Para combatir el edadismo, se tiene que implicar el gobierno, encontrando fórmulas de inclusión social, haciéndoles la vida más llevadera, al tenor de cómo avanza toda la tecnología y ayudándoles a tener un espacio, donde se les atienda debidamente y con el respeto adecuado, pero también se debe de implicar toda la sociedad en general, porque se están perdiendo totalmente, los verdaderos valores para una correcta y buena convivencia, sin diferencia de edades, como cuando escuchas “ya no tienes edad para estas cosas”, cuando la autentica realidad, es que, muchos adultos, les dan cien mil vueltas a “estos niñatos”, que algunos no saben, ni donde tienen la mano derecha.
Que se pongan un poco al día, lean un poco de historia y vean cuantos filósofos, científicos, inventores, escritores y artistas, han realizado verdaderas obras de arte en su última etapa de la vida.
No debe de haber restricciones por la edad, porque el tiempo no se detiene para nadie y el respeto hacia los demás, debería de ser lo más importante.
Conchi Basilio