En los últimos años, la crisis migratoria en el mediterráneo ha llevado a varios países europeos a buscar soluciones para gestionar el flujo de personas que buscan asilo. Una de las respuestas más controvertidas ha sido la construcción de centros de retención de migrantes en Albania, financiados y gestionados por Italia. Estos centros han sido objeto de críticas severas por parte de organizaciones de derechos humanos y la comunidad internacional, debido a las condiciones en las que se encuentran los migrantes y la privación de sus derechos fundamentales.
Este acuerdo entre Italia y Albania para la construcción de estos centros se firmó en 2023, con el objetivo de externalizar la gestión de solicitudes de asilo y la posible repatriación de personas rescatas en el mediterráneo, con lo cual permite a Italia trasladar a los migrantes a Schengjin y Gjader, al noroeste de Albania, donde son retenidos en instalaciones que han sido comparadas con campos de concentración, debido a las estrictas medidas de seguridad y las condiciones de vida, estos centros están rodeados por altos muros y vigilados por la policía, lo que impide cualquier posibilidad de salida para los migrantes, además las condiciones dentro de estos centros han sido descritas como inhumanas, con falta de acceso a servicios básicos, como atención médica adecuada, educación y asistencia legal, porque están privados de su libertad y viven en un estado constante de incertidumbre sobre su futuro, que tampoco han acabado con la adecuación del interior y siguen entrando camiones con materiales de construcción, con el fin de acabar las obras, pero están operativos desde el 7 de octubre.
Los migrantes que llegan a estos centros a menudo han pasado por experiencias traumáticas en sus países de origen y durante su travesía hacia Europa, y esta detención en condiciones tan duras solo agrava su sufrimiento.
Las críticas hacia estos centros no se han hecho esperar, organizaciones de derechos humanos han denunciado que las condiciones en las que se encuentran violan múltiples tratados internacionales y principios de derechos humanos.
La presidenta de la Comisión Europea, ha planteado la posibilidad de estudiar este modelo para su aplicación en otros escenarios, lo que ha generado aún más debate y oposición por parte de algunos países dentro de la Unión Europea.
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación, ante la situación en estos centros, varios países y organizaciones han instado a Italia y Albania a mejorar las condiciones de la vida de los migrantes y garantizar que se respeten sus derechos humanos, sin embargo, hasta ahora, las medidas adoptadas han sido insuficientes para mejorar su situación.
Los primeros 16 migrantes fueron trasladados a Albania en un barco, el cual se estima que ha costado 200.000 euros más 24.000 euros por cada migrante, costes verdaderamente desorbitados, teniendo en cuenta que a estos centros trasladan solo a hombres mayores de edad, ante esto la oposición italiana ha protestado, ya que consideran un gasto demasiado elevado, de los 16 dos eran menores y otros dos en situación de desamparo, total que quedaron en doce, desproporcionado y este proyecto lo ven posible estudiar doce países de los veintisiete de la UE. En un principio, según las noticias, el gobierno español se ha opuesto firmemente a esta iniciativa, calificándola de inhumana y contraria a los valores europeos y que refleja una tendencia preocupante.
Pero ahora, se está considerando por el gobierno español, convertir el aeropuerto de Ciudad Real, que no está operativo, salvo casos puntuales de particulares, poder convertirlo en un Centro de Acogida de Emergencia y Derivación (CAED) para inmigrantes, con ello el presidente de Castilla La Mancha D. Emiliano García-Page, ha expresado su preocupación por la falta de transparencia en el proceso y que el gobierno regional no fue consultado adecuadamente, el Sr. García-Page si sabe decir las verdades sin tapujos ni dobleces y siempre habla en su justa medida y sobre todo con la ley en la mano, como debería de ser todo el mundo, sería un buen presidente para España.
Además, la Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado, ha criticado la idea, argumentando que el aeropuerto es un espacio aislado, no está adecuado para el uso que se pretende, ni se ha actuado correctamente, todo esto refleja una tendencia preocupante hacia la externalización y aislamiento de la gestión migratoria, “similar” a lo que está ocurriendo en Albania, porque ya se han apresurado a explicar, desde el gobierno, que solo se está barajando los posibles sitios donde llevar a los migrantes, debemos de tener en cuenta que son personas humanas.
Conchi Basilio