El Consejo de Ministros encargó a Repsol YPF que realice una inspección visual del pecio sumergido del "Prestige", situado a 4.000 metros de profundidad, para comprobar el estado del buque. Los objetivos son comprobar 'in situ' el volumen de las fugas de fuel que pudieran existir, estudiar el estado actual del casco y valorar las acciones preventivas adicionales que pudiera ser necesario acometer sobre los pecios. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, indicó que esta operación se realizará "entre junio y septiembre", y tendrá un coste de tres millones de euros. Además de esta actuación, un equipo científico-técnico elaborará un plan de I+D a medio y largo plazo. Este plan persigue trasladar a la sociedad las máximas garantías sobre la evolución futura de las fugas actuales y mejorar las tecnologías de prevención y seguimiento para poder aplicarlas a cualquier otro vertido que pudiera darse en el futuro. El 27 de octubre de 2004 la empresa Repsol concluyó los trabajos de extracción de los restos de fuel que permanecían en el "Prestige" que, tras su hundimiento, se había partido en dos pecios, situados entre 3.500 y 3.800 metros de profundidad en el lecho marino. Asimismo, se realizan estimaciones que cifran en unas 1.500 toneladas métricas la cantidad de fuel remanente en los pecios del "Prestige" y en unos veinte litros por día la fuga de fuel, que en su día fue imposible sellar, según informó el Gobierno.