EFE | El
Juez de Disciplina Social de LaLiga ha considerado que el Fuenlabrada
actuó correctamente y reprende al Deportivo y los políticos gallegos,
aunque sin alusión expresa, por el "ruido mediático" que ha suscitado el
caso de los contagios por COVID-19 del conjunto madrileño y su viaje a
Galicia para la disputa del último partido de Segunda División.
En
su resolución, a la que ha tenido acceso EFE, Manuel Rivero González
acuerda "no adoptar la medida provisional solicitada por el instructor
del expediente, consistente en la suspensión del derecho" del
Fuenlabrada "a participar en la competición profesional durante la
tramitación del presente expediente". El
juez considera que "sería absurdo pensar" que en las condiciones
actuales en las que se encuentra el Fuenlabrada, con más de veinte casos
de COVID-19, que el equipo "pueda participar en cualquier competición
oficial de elite, como es la Liga Smartbank".
Además,
en su resolución, previa a la solicitud de LaLiga al Comité de
Competición para suspender definitivamente el partido, asegura que el
encuentro "sin duda no se va a poder disputar" y dice que el equipo
gallego "no ha mostrado públicamente la menor intención, deseo, ni
voluntad de jugar". También
considera que el "resultado es absolutamente intrascendente" para el
cuadro gallego "al haber descendido ya a Segunda B".
"La
suspensión o no del derecho del Fuenlabrada a participar en la
competición no afecta al Deportivo, que en las actuales circunstancias
no ha de tener el menor interés en disputar tal encuentro, carente
absolutamente de trascendencia, yendo sus intereses por otros
derroteros", sostiene. En
este sentido reprueba uno de los argumentos que esgrime el Deportivo,
el de que haber disputado su partido en una jornada que tenía horarios
unificados habría podido alterar los resultados del Lugo y el Albacete,
que le han mandado a Segunda División B.
"La
proyección de una hipótesis sobre el pasado, esto es, si habría
influido la disputa de este encuentro sobre otros que se jugaban
simultáneamente se aproxima a un ejercicio de ciencia-ficción que no es
posible acometer aquí", razona el juez.También
critica la "repercusión mediática" que ha tenido todo lo relativo a la
suspensión del encuentro ya que, a su juicio, "ha llegado a desbordar
los límites razonables de los hechos producidos".
"El
Fuenlabrada no ha infringido ninguna norma de los protocolos
mencionados, ni ha posibilitado por negligencia o descuido su
infracción, sino que se ha limitado a seguir las instrucciones de
LaLiga, única competente en la materia. Es imposible atribuir, al menos
en esta sede, no ya el origen del contagio, sino una infracción de las
normas", asegura.Rivero
González considera que los contagios en el Fuenlabrada son "fruto del
azar o, quizás de alguna negligencia, algún descuido o alguna
imprudencia".
El
juez de Disciplina Social también dedicó críticas a los responsables
políticos gallegos por pretender "ver responsabilidades (incluso
penales) en el contagio de unos deportistas que han cumplido todos los
protocolos (ellos y la entidad para la que trabajan) y aprovechar la
desgracia ajena para obtener beneficios". "Se
dice esto porque se ha llegado a afirmar (y volvemos a referirnos al
contexto ruidoso que rodea este expediente) que el Fuenlabrada, o LaLiga
han llevado el virus a Galicia", reflexiona en su fallo.
E
insiste en que "en el presente caso existen numerosos 'intereses en
conflicto'" que, en su opinión, "forman parte" de ese "'ruido mediático'
promovido entre otros por quienes, habiéndose beneficiado de la
reanudación de la competición, pretenden eludir las consecuencias
desfavorables de su mala clasificación". Incide,
igualmente, en que "un solo encuentro de fútbol puede afectar mucho,
poco o nada a la integridad de la competición" y no percibe una "quiebra
de la integridad de la competición".
"Los
rivales mediatos en la clasificación de cualquiera de los dos
contendientes (Deportivo y Fuenlabrada) celebraron sus encuentros
seguramente con la misma intensidad con que clubes ya descendidos en las
últimas jornadas lograron vencer, incluso a domicilio, a rivales que se
jugaban mucho", advierte. Sostiene,
en este sentido, que no se debe "invocar la pureza de la competición
para extraer ventajas propias, y más de una desgracia colectiva". Y
precisa que, "en todo caso, las consecuencias formales de la
celebración o no de los encuentros pendientes es cuestión que han de
decidir las entidades competentes", que son la Federación Española y
LaLiga y no él.