EFE | La
propuesta de implantar una semana laboral de 4 días ha reabierto el
debate sobre la posibilidad de reducir la jornada de 40 horas implantada
hace un siglo, algo en lo que coinciden agentes sociales, expertos y
Gobierno, aunque discrepan en la forma y en que el momento actual sea el
mejor para abordarlo.
A raíz de una enmienda de Más País en defensa de una jornada laboral de
32 horas sin merma de salarios, el debate sobre la jornada laboral en
España, fijada en 40 horas semanales como tope desde hace más de un
siglo, ha vuelto a abrirse en un mercado laboral golpeado por la
pandemia de cornavirus.
Aunque la ministra portavoz, María Jesús Montero, zanjó que el
tema estuviera en la mesa del Ejecutivo y tampoco se ha visto aún en el
diálogo social, sindicatos y patronal han reaccionado a una eventual
reducción de jornada en España, que suscita dudas tanto en el momento
como en la forma de abordarlo entre los expertos en temas laborales
consultados por Efe.
Así, el investigador asociado de la Fundación de Estudios de
Economía Aplicada (Fedea) Florentino Felgueroso ve "forzado" querer
implementar un cambio vía legislación y apunta a otras vías para
abordarlo: la negociación colectiva o un mejor uso de la jornada
parcial.
"La realidad del mercado de trabajo es muy heterogénea: lo que
puede venir bien para unas empresas no le viene bien a otras", subraya
Felgueroso, que recuerda además la coyuntura que atraviesa el mercado
laboral y la economía con el impacto de la pandemia.
Una reducción de la jornada laboral manteniendo el mismo nivel
salarial, recuerda, tiene un fuerte impacto en las empresas que, de
alguna forma, debe compensarse, como ocurrió en Francia donde durante
años se asumió por parte del Estado parte de este gasto con un peso
bastante relevante en su PIB.
"¿Estamos en el momento de hacerlo?", se cuestiona Felgueroso,
que tampoco ve "evidente" una causalidad directa entre trabajar un día
menos y una mejora de la productividad.
En una línea similar, el profesor de Estudios de Derecho de la
Universitat Oberta de Catalunya (UOC) Antonio Fernández señala también a
la negociación colectiva como mejor vía para poner en marcha este tipo
de medidas y ve complicado una reducción de la jornada máxima de 40
horas vía ley a 32 horas.
Sobre si mejoraría la productividad, Fernández explica que
dependerá de la empresa, del sector y que, antes, habría que hacer un
análisis previo de cada compañía.
En España se trabaja de media 40,5 horas semanales, sólo por
encima de once países, entre ellos, Francia (40,4), Finlandia (40),
Noruega (38,7) o Dinamarca (38,4), según datos de Eurostat del cuarto
trimestre de 2019 midiendo el tiempo de trabajo de los ocupados a
jornada completa.
"Me parece que después de 100 años con esta jornada laboral es
razonable cuestionarse sobre la viabilidad de reducir", razona el
profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la
Universidad de Valencia Daniel Toscani.
"Pero no se puede imponer tiene que venir de la mano de la mayor
productividad, además, depende del tipo de empresa", añade.
Desde los sindicatos abogan, asimismo, por abordar el debate
sobre la jornada laboral pero también miran al diálogo social.
"Creemos que desde que se instauró la jornada de 40 horas
semanales ha pasado mucho tiempo y la productividad ha aumentado de
forma notable, lo que hace posible abrir el debate de su reducción",
apunta a Efe el secretario de Juventud y Nuevas Realidades de Trabajo de
CCOO, Carlos Gutiérrez.
Desde UGT, su secretario general, Pepe Álvarez, ha insistido
esta semana en el planteamiento de implantar una jornada laboral semanal
de cuatro días, al que se suma uno más para formación, en aras de que
se reparta el tiempo de trabajo para generar más empleo.
Desde la patronal, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi,
ha dicho que es una materia que, en cualquier caso, debe negociarse
entre empresas y sindicatos e implantarse a través de los convenios y ha
rechazado que sea el momento de abrir estos temas.
"En el momento que estamos, no se pueden plantear debates que lo
único que generan es desconfianza y paralizar contrataciones",
afectando además a la inversión y a la creación de empleo", ha
advertido.
Dentro del Gobierno de coalición también han expresado distintas posturas.
Mientras que el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José
Luis Escrivá, ha asegurado que no ve "margen" para implantar una semana
laboral de cuatro días en España, el secretario de Estado de Empleo y
Economía Social, Joaquín Pérez Rey, reconoció el viernes que el debate
sobre el tiempo de trabajo "es el gran debate", pero debe abordarse en
una futura ley y no en los Presupuestos.
Y desde el Banco de España, el gobernador Pablo Hernández de
Cos, ha instado a analizar los posibles efectos sobre el empleo y la
productividad de la jornada laboral de cuatro días antes de su adopción.