EFE | El Senado de Argentina aprobó esta madrugada un proyecto que permite acceder libremente al aborto
hasta la semana 14 de gestación, que fue impulsado por el Gobierno de
Alberto Fernández y era un reclamo histórico de los colectivos
feministas.
El texto, que ya había sido aprobado por los Diputados el 11 de
diciembre pasado, recibió los votos a favor de 38 senadores, 29 en
contra y una abstención, tras una sesión de 12 horas y durante la que
miles de personas, a favor o en contra de la ley, se concentraron a las
afueras del Congreso a la espera del resultado.
El proyecto representa un fuerte cambio respecto a la situación
actual -en la que solo se permite abortar legalmente si la mujer sufrió
una violación o corre peligro su vida- y autoriza la objeción de
conciencia de los facultativos que no quieran participar del aborto,
pero siempre que deriven con rapidez a las pacientes a otros
profesionales que lo lleven a cabo.
Al conocerse el resultado de la votación, la multitud de
personas congregadas a las puertas del Parlamento dentro de la marea
verde -como se conoce a los grupos que apoyan la legalización- lanzaron
gritos de júbilo y emoción, en contraste con la decepción de los
celestes o colectivos "provida", que rechazaban su aprobación.
La segunda y definitiva
Esta es la segunda vez en la historia que un proyecto para
legalizar la interrupción voluntaria del embarazo se debate en el
Congreso argentino, después de que en 2018 un texto similar pero
elaborado por una plataforma civil, lograra ser aprobado por los
diputados pero no por el Senado.
Un año después, el actual mandatario, Alberto Fernández,
prometió en su campaña electoral impulsar una nueva ley, con el fin
principal de reducir los abortos clandestinos, que arriesgan la vida de
las mujeres, especialmente las que no pueden costear clínicas privadas
donde, a pesar de ser ilegal, lo practican de forma segura.
La sanción definitiva de ese proyecto lograda hoy representa,
tras las negociaciones políticas que llevaron a cosechar más apoyos que
hace dos años, un éxito para el presidente tras un difícil 2020 marcado
por la pandemia del coronavirus y la imposibilidad de salir de la grave
recesión que arrastra el país desde 2018.
Si bien se esperaba un resultado ajustado o incluso la
posibilidad de darse un empate, hasta el último momento hubo
conversaciones para ampliar la ventaja, con promesas de ligeros cambios
en el proyecto. Y finalmente algunos indecisos o posicionados en contra
del texto decidieron cambiar de opinión y votar a favor.
La discusión de los senadores
Con independencia de ser legisladores del gobernante Frente de
Todos; del principal grupo opositor, Juntos por el Cambio, o de otras
formaciones menores, el tema del aborto ha generado voces a favor y en
contra en los principales grupos políticos.
"Hagámonos cargo de que si hoy no sale esta ley, vamos a ser
responsables de las muertes de mujeres por abortos clandestinos, porque
el Estado es responsable", expresó en la sesión la senadora oficialista
Anabel Fernández Sagasti, convencida de que las mujeres deben vivir
"libres, sin miedo y con el poder de decidir".
Por su parte, Luis Naidenoff, de Juntos por el Cambio, añadió
que "no es un tema menor" garantizar a todas las mujeres argentinas el
acceso a la "salud pública".
En contra, su compañera de coalición Silvia Elías de Pérez
aseveró que "no existe ningún derecho que sea más protegido en el
derecho, tantos en las normativas nacionales como internacionales, que
el derecho a la vida del niño".
"Desde que se engendra, es un ser humano", señaló en el mismo
sentido José Mayans, jefe de bloque del frente gobernante y una de las
voces en contra en su seno.
"La decadencia de un Estado es cuando ni el presidente, ni los
legisladores, ni el poder judicial respetan la constitución", agregó y
adelantó que se trata de una ley "inconstitucional e inaplicable", que
traerá "muchos cuestionamientos judiciales".
Una vez que la ley entre en vigor, toda persona gestante podrá
acceder en el sistema de salud al aborto, de forma gratuita y segura,
hasta la semana 14 de gestación, y más allá de ese plazo en las dos
causales ya permitidas hasta ahora.
Las menores de 13 años podrán hacerlo con la asistencia de al
menos uno de sus padres o representante legal, mientras que las que
tengan entre 13 y 16 solo necesitarán autorización si el procedimiento
compromete su salud y las mayores de 16 podrán decidir por sí solas.
La ley aboga además por la responsabilidad del Estado de
implementar la ley de Educación Sexual Integral y actualiza además las
penas de prisión con las que serán reprimidas las personas que causen el
aborto o consientan que se lo hagan fuera del plazo y causales
permitidas.