Cada vez se conocen más políticos, alcaldes y otros cargos que han
aprovechado su posición para saltarse los protocolos de vacunación
establecidos por Sanidad, y si bien alguno de ellos ya ha dimitido o ha
sido cesado tras disculparse, otros justifican su inmunización en que
están en primera línea de la pandemia.
El caso más sonado ha sido el del consejero de Sanidad de Murcia,
Manuel Villegas, que ayer dimitió tras vacunarse contra el
coronavirus junto a altos cargos de su departamento argumentando que
creía que entraba en el protocolo ministerial (otro personal sanitario o
sociosanitario no de primera línea). Pero la dimisión no
ha frenado las críticas del PSRM-PSOE - que mantiene una denuncia ante
la Fiscalía para que investigue la vacunación contra la covid de 400
personas- y de Ciudadanos por este comportamiento, que también ha
salpicado a la alcaldesa socialista de Molina del Segura (Murcia),
Esther Clavero (PSOE), que no ha dimitido, aunque ha aclarado que
aceptará "cualquier decisión" de su partido. Clavero alegó,
tras salir el caso a la luz, que fue vacunada por prescripción médica
al ser una paciente oncológica y con una alta exposición social.
El
presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (PP), no destituirá al consejero
de Sanidad, Javier Guerrero, al entender que su decisión de vacunarse no
ha sido "ni arbitraria ni discrecional", según ha informado en un
comunicado de prensa emitido tras la reunión mantenida por los nueve
diputados del Ejecutivo local, entre los que se encuentra el mismo
Guerrero, cuyo relevo tampoco se considera pertinente en la situación
actual de pandemia. "Yo no quería vacunarme pero mis
técnicos me dijeron que si no me vacunaba yo ellos tampoco lo harían,
sobre todo pensando en mi vulnerabilidad por mi diabetes y tensión", ha
explicado el consejero para justificar su decisión.
El
primer caso saltó a los medios de comunicación el 18 de enero, cuando se
conoció que el concejal de Sanidad de Orihuela (Alicante), José
Galiano, (PP) recibió fuera de turno la vacuna, según sus palabras,
porque "había un sobrante de dos o tres dosis que se iban a desechar". También en la provincia de Alicante, el PP ha pedido la dimisión de
los alcaldes de El Verger y Els Poblets, Ximo Coll y Carolina Vives,
ambos del PSPV-PSOE, que se vacunaron contra la covid por el mismo
motivo: había sobrantes de unidades en sus centros de salud.
Pero
se han dado casos en muchos otros municipios, como el que se ha
conocido este jueves del Ayuntamiento de Valverde del Fresno (Cáceres),
donde su alcalde, Amalio Robledo (PSOE), recibió la primera dosis de la
vacuna el pasado 11 de enero por ocupar el cargo de director de los
pisos tutelados, así como los "errores" que ha admitido el Servicio
Gallego de Salud, pues hasta 17 personas han sido vacunadas en
Pontevedra a pesar de que no cumplían los criterios fijados.
A
la lista de dimisiones se suma hoy la de la concejala de Salud y
Bienestar Social del Ayuntamiento de Bonares (Huelva), Rocío Galán
(PSOE), después de que el pasado miércoles los directores gerentes de
los hospitales de Basurto y Santa María, en Bilbao, Eduardo Maiz y José
Luis Sebas, también dimitieran por haberse vacunado antes de lo que
marca el protocolo.
Tanto Sebas como Maiz habían sido
concejales del PNV en el Ayuntamiento de Bilbao antes de ocupar la
dirección de ambos centros hospitalarios y ambos enviaron un correo
interno a los trabajadores en los que pedían perdón si "en algo" se
habían equivocado.
Sin embargo, en el caso de Baleares, el
Govern ha considerado justificado que los gerentes y otros directivos de
los hospitales más pequeños, como son los de Manacor, Inca y Mahón, se
vacunaran junto al personal que trata directamente a pacientes con covid
por estar muy expuestos al virus. Según ha opinado el Servicio de Salud de Baleares, gerentes,
directores médicos y directores de enfermería, aunque no atiendan
directamente a los enfermos, son "personal esencial" para el
funcionamiento de los hospitales.
En la misma línea se ha
pronunciado hoy la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa)
que ha publicado un comunicado en el que considera "imprescindible" la
vacunación de los equipos directivos, tanto como el resto de
profesionales sanitarios.
Sobre ello, el líder del PP,
Pablo Casado, ha querido dejar "muy clara" cuál es la ejemplaridad que
exige a su partido. "Estas cosas no hay que hacerlas con golpes de pecho
ni con tribunales de santo oficio (...) hay que hacer que un partido
sepa qué se exige de la dirección nacional y que, al final, se responda
en consecuencia", ha argumentado Casado al ser preguntado por la
dimisión del concejal murciano.
También, el Partido Popular
de Zaragoza ha abierto expediente a su alcalde en la localidad de
Luesia, Jaime Lacosta, a quien le ha exigido que dimita por haberse
administrado la vacuna contra la covid-19, han confirmado a Efe fuentes
del partido. Dirigentes autonómicos como el presidente de
la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha ido más allá al determinar que
ninguna de las personas que ha recibido la vacuna de manera improcedente
debe recibir la segunda dosis, una decisión que no comparte el director
del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias,
Fernando Simon, quien opina que sería caer en el error de cometer "dos
fallos seguidos".
Por su parte, el presidente de Galicia, Alberto Nuñez Feijóo, ha
recordado: los políticos "no pueden ser los primeros, sino los últimos". Con este escenario, Cs ha anunciado este jueves que
promoverá en todos los parlamentos autonómicos una propuesta para que el
plan de vacunación sea transparente y que los partidos se comprometan a
cesar a cualquiera de los suyos que se vacune "saltándose la cola". EFE