EFE | El Palacio de Buckingham salió hoy de su mutismo y replicó a
los duques de Sussex, Enrique y Meghan, con un mensaje conciliador en el
que aseguró que abordará las 'preocupantes' acusaciones de racismo y
maltrato psicológico que estos hicieron en una entrevista en Estados
Unidos. Entre la paz y la guerra, la reina Isabel II
parece haber elegido la paz.
La casa real se hallaba bajo fuerte presión
para responder a las acusaciones contra la familia real, un escándalo
que amenaza con sumir a la monarquía en su peor crisis en décadas. Aunque desde ciertos sectores monárquicos se reclamaba a palacio
reaccionar con furia contra unas alegaciones que se dirigieron en su
mayoría a personas sin identificar, el breve mensaje difundido a media
tarde trata de taponar la hemorragia más que de echar sal en la herida.
Fueron solo 61 palabras. Las suficientes para intentar demostrar la
empatía que precisamente la pareja aseguraba no hallar en la Casa de los
Windsor. 'Toda familia se entristece de conocer en su plena
dimensión lo duros que han sido estos últimos años para Enrique y
Meghan', así comienza el comunicado, que será probablemente la primera y
última manifestación oficial sobre el tema.
La demoledora
entrevista que Enrique y Meghan concedieron a Oprah Winfrey ha
conmocionado al Reino Unido, en particular la afirmación de que un
miembro de la familia real inquirió sobre cuál sería el color de la piel
del hijo de la pareja, Archie, antes de que naciera. Isabel II, de 94 años, reconoce en el mensaje que 'los problemas
planteados, especialmente el de la raza, son preocupantes', y se
compromete a que se tomarán 'muy en serio y serán tratados por la
familia en privado'. Pese al tono conciliatorio, la reina se
guarda de advertir que 'algunos recuerdos (sobre lo sucedido) pueden
variar', una forma de cuestionar que las acusaciones sean totalmente
precisas.
El Palacio de Buckingham, que asegura hablar en su
mensaje en nombre de la reina, culmina recordando que 'Enrique, Meghan y
Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia real'. En la entrevista, grabada en Los Ángeles, donde residen, los duques
explicaron en detalle los motivos que les llevó a apartarse de la
monarquía hace un año, así como los pensamientos suicidas de Meghan
Markle y la falta de ayuda por parte de la familia real.
Escándalos en el Palacio
Isabel
II ha tenido que afrontar muchos escándalos con su familia en sus casi
70 años de reinado, como la crisis matrimonial de los príncipes de Gales
en 1992, pero la polémica en torno a los duques de Sussex va más allá
de asperezas familiares al abordar el racismo. Meghan Markle, que
es mestiza, se sintió víctima de continuos ataques racistas por parte
de los tabloides sensacionalistas y de una monarquía demasiada
encorsetada para el siglo XXI, pero que representa a varios países de la
Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth) con poblaciones de
distintas razas.
Algunos periódicos comparan esta crisis con la
abdicación del rey Eduardo VIII en diciembre de 1936, para casarse con
la divorciada estadounidense Wallis Simpson, en lo que supuso el punto
más bajo de una institución con más de mil años de historia. Thomas
Markle, padre de la duquesa de Sussex, con la que no mantiene vínculo,
admitió sentirse "decepcionado" por la entrevista y negó que la familia
real británica sea racista. La relación entre ambos se rompió
después de que Thomas Markle hablase con la prensa antes de la boda de
la pareja, celebrada en 2018 en el castillo de Windsor (a las afueras de
Londres).
"Tengo un gran respeto por los 'royals' y no creo para
nada que la familia real sea racista. No creo que los británicos sean
racistas", insistió el padre de Meghan en declaraciones a la cadena ITV. "Quiero mucho a mi hija. De haber sabido que tenía problemas psicológicos, la hubiera apoyado", añadió.
Pero
la onda expansiva de la entrevista ha ido más allá de los muros de
palacio. Precisamente el periodista que conversó con el padre de Meghan,
el popular presentador Piers Morgan, anunció a última hora de hoy que
deja su trabajo en el matinal de ITV Good Morning Britain tras las
críticas recibidas por su cobertura. El regulador de medio Ofcom
recibió más de 41.000 quejas de espectadores por los comentarios
vertidos por Morgan, quien aseguró 'no creer una sola palabra' de lo que
la duquesa de Sussex había relatado a Oprah Winfrey y se enfrentó en
directo al 'hombre del tiempo' en su programa por esta razón.
El
canal privado señaló en un comunicado que 'tras mantener conversaciones
con ITV, Piers Morgan ha decidido que es el momento de abandonar Good
Morning Britain. Morgan es uno de los rostros más conocidos de la
televisión británica y se caracteriza por sus fuertes y controvertidas
opiniones y por sus ataques sobre los duques de Sussex.