EFE | ¿Cuánto le cuesta a España el retraso que arrastra en el proceso de
vacunación contra la covid-19 en comparación con EEUU o el Reino Unido?
Es difícil de calcular, pero la pregunta recibe una respuesta indirecta
si se repara en que el país perdió el año pasado 169.390 millones de
euros en términos de PIB; es decir, unos 3.250 millones a la semana. Es el interrogante -y la contestación- que se plantea en la plataforma
"The Conversation" una de las principales investigadoras de España en
economía de la salud, la catedrática de la Universidad de Las Palmas de
Gran Canaria Beatriz González López-Valcárcel, miembro del comité asesor
de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) y
presidenta de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración
Sanitaria entre 2015 y 2017.
López Valcárcel publicó en febrero junto a Laura Vallejo Torres, en
la revista Applied Economic Analysis, un informe sobre cuál puede ser el
coste de la pandemia de covid-19 para España, al que ahora se remite
para intentar aproximarse a cuánto cuesta cada semana que el país vive
sin recuperar su antigua normalidad económica. Su trabajo cifra
ese impacto en 200.000 millones de dólares en 2020 (169.390 millones de
euros) en pérdidas de producto interior bruto, "comparando las cifras
reales con el mundo contrafactual sin pandemia en el que habríamos
crecido un 1,6 % del PIB".
Y, subraya ahora, "los costes sanitarios y no sanitarios directos de
la covid, como prevención, tratamiento de la enfermedad y sus secuelas a
largo plazo, etcétera, representan apenas una pequeña parte del total". Esos
más de 169.000 millones de euros de pérdidas se traducen en un promedio
semanal de unos 3.250 millones de euros si se reparten desde el 1 de
enero al 31 de diciembre, pero la cifra sube a más de 4.100 millones
semanales si se empieza a contar a partir del 15 de marzo, el primer día
de aplicación del estado de alarma (y el confinamiento) que se decretó
en España.
"Por lo tanto, un mes de adelanto o de retraso en la
vacunación poblacional que permita volver a la normalidad económica
supone ingentes cantidades de dinero. Lamentablemente, Europa lleva unas
cinco semanas de retraso en vacunación comparada con EEUU", advierte
esta catedrática. Desde su punto de vista, este "costoso retraso se debe a varias
causas", pero ella las resume de esta manera: Europa ha apostado por
compartir riesgos con varias farmacéuticas siguiendo "una estrategia
bien pensada, pero mal ejecutada, por las demoras en las decisiones y en
la negociación con las compañías".
"Hasta mitad de junio, cuando
EEUU ya había comprometido 10.000 millones de dólares (8.468 millones de
euros), Europa no anunció la compra conjunta de 3.200 millones de
euros. El primer acuerdo fue con AstraZeneca en agosto, también meses
después de EEUU", añade. González López-Valcárcel cree que la
negociación de la Comisión Europea con los principales fabricantes de
vacunas "ha estado demasiado centrada en el precio, velando por el gasto
de los contribuyentes y no tanto por los plazos y condiciones de
suministro, pero el mercado se impone y las compañías acaban
abasteciendo antes a los primeros países en autorizar y a los que pagan
más".
Y también advierte del "altísimo coste" que estima que va a tener la "crisis de confianza" sobre la vacuna de AstraZeneca. De
todo lo ocurrido estos meses con las vacunas, esta investigadora extrae
tres lecciones, la primera de las cuales es que "el nacionalismo
vacunal no protege a la humanidad, tampoco a los países ricos, por lo
que en último término la solidaridad es interesada y los 8.000 millones
de dólares (6.775 millones de euros) que necesita este año la Alianza
COVAX (el fondo de la OMS para vacunar en los países menos
desarrollados) salen a cuenta".
A lo que añade estas dos: "Para
tratar con tiburones, es preferible tener negociadores experimentados y
de su misma especie" y "la comunicación aporta un enorme valor y la mala
comunicación, un enorme coste. Las vicisitudes de AstraZeneca nos
costarán mucho".