EFE | La
negociación entre ERC y JxCat para intentar alcanzar un acuerdo de
gobierno en Cataluña puede poner en riesgo el apoyo de la CUP a la
investidura de Pere Aragonès.
Así lo creen fuentes conocedoras de las conversaciones consultadas por
Efe y así lo teme la propia CUP, que este viernes ha advertido a ERC que
su voto a favor a Aragonès no es incondicional.
Antes de la primera investidura fallida de Aragonès, el 26 de marzo,
ERC y la CUP sellaron un acuerdo que quedó recogido en 16 páginas y que
abarcaba diferentes compromisos, como dar dos años de margen a la mesa
de diálogo con el Estado, crear un nuevo 'Estado Mayor' del procés o
plantear una cuestión de confianza a mitad de legislatura, además de
acuerdos programáticos concretos.
Estos aspectos programáticos,
con un marcado perfil de izquierdas, incluían una renta básica
universal, un plan de rescate social, políticas de vivienda, apuesta por
la gestión pública de la sanidad, facilitar la remunicipalización del
agua, una entidad energética pública o una moratoria en grandes
proyectos de impacto territorial. Diversos puntos de ese acuerdo
-que fue refrendado por las bases de la CUP- generaron incomodidad,
incluso rechazo, en las filas de JxCat, que de hecho se negó a hacer
suyo el documento.
Ese acuerdo permitió que Aragonès, en sus dos investiduras fallidas
en marzo, recibiera los votos a favor no solo de los 33 diputados de ERC
sino también de los 9 de la CUP, en contraste con la abstención de
JxCat. Pero este apoyo de la CUP en las dos primeras votaciones
podría verse alterado según cómo terminen las negociaciones entre ERC y
Junts.
Fuentes de JxCat consultadas por Efe consideran que, en
caso de llegarse a un acuerdo con ERC, algunos de los compromisos pueden
"chirriar" con lo que los republicanos pactaron con la CUP, que podría
decaer en determinados aspectos. En cambio, fuentes de ERC confían en que el acuerdo que pueda
alcanzarse finalmente con JxCat no afecte al pacto previo con la CUP:
"Estamos velando para que todo encaje", aseguran.
No obstante, hoy, el diputado de la CUP en el Parlament Xavier Pellicer ha
advertido a ERC de que, si rompe el acuerdo "de mínimos" al que llegaron
a finales de marzo, también se romperá "automáticamente" el compromiso
de los anticapitalistas con la investidura de Aragonès.
En
declaraciones a Ràdio 4, Pellicer ha alertado a ERC que, si quieren su
apoyo, tendrán que explicar, llegado el caso, "a qué acuerdo han
llegado" con JxCat.
Asimismo, ha apuntado que para la CUP "no
sería un problema" que JxCat se quedase fuera del Govern en el inicio de
la legislatura. La CUP no descartaría entrar en el ejecutivo "en
la segunda fase de la legislatura" para conseguir fines concretos, como
un nuevo referéndum de autodeterminación o una renta básica universal. Ante la imposibilidad de cerrar un acuerdo antes del 1 de mayo -como
exigía ERC-, ahora el calendario de un posible pacto se centra en dos
momentos: o bien antes del congreso extraordinario de JxCat entre el 7 y
el 8 de mayo, o bien la semana del 10 al 16 de mayo.
Retrasarlo
más allá de esa semana ya entrañaría mayor riesgo para Aragonès, ya que
en caso de que la CUP se desmarcara de un eventual acuerdo con JxCat y
se desdijera de su voto a favor, ERC se vería obligada a negociar una
solución contrarreloj, antes de que el 26 de mayo expire el límite para
investir a un president y evitar así la convocatoria automática de unas
nuevas elecciones en Cataluña.