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Cartas al Director
Sociedad

La Ley de Dependencia elevará el número de hogares gallegos con gasto en personal para el cuidado de dependientes, ahora inferior al 1%

Permitirá traer "man de obra" foránea que corrija el envejecimiento gallego

05-06-2007

El envejecimiento poblacional y la Ley de Dependencia centraron la presentación de la "Enquisa de condicións de vida das familias" correspondiente a 2006 -corrió a cargo del directo xeral del IGE, José Colino, y el técnico Manuel Mateo Díaz-, dados los cambios que la aplicación de la normativa estatal puede ocasionar en el próximo estudio de estas características realizado por el Instituto Galego de Estatística en Galicia. Teniendo en cuenta que la dependencia va ligada, en cierto modo, al envejecimiento poblacional, un dato significativo es que únicamente un 0,96% de los hogares gallegos, o lo que es lo mismo, 9.600 del millón de viviendas existentes, realizan gasto -una media de 296 euros- en personal para el cuidado de personas dependientes. Estas cifras sufrirán, con toda probabilidad, un cambio significativo en el próximo año, teniendo en cuenta que la puesta en marcha de la Ley de Dependencia contempla un gasto por parte del Estado y la Xunta de 1.014 euros mensuales por cada beneficiario y, en 2007, se pretende llegar a todos los "grandes dependentes" que hay en Galicia, que son ya 16.500 personas. Esto podrá elevar de forma considerable el gasto para atender a los mayores, pues un 20,37% de los hogares están formados íntegramente por personas que superan los 65 años y porque en un 42,2% del total de viviendas principales de Galicia reside al menos una persona con esta o mayor edad, cuando el número medio de habitantes es de 2,78 personas. Partiendo de estas claves, y teniendo en cuenta el "descenso gradual" del número de personas que residen en cada hogar, José Colino aludió al "preocupante envellecemento poboacional" que sufre actualmente Galicia, algo "difícil de correxir" dado que es necesario "invertir a inercia da dinámica poboacional". Se trata, aseguró, "dun reto da sociedade galega que se pode ver beneficiado pola Ley de Dependencia". Esto es así, añadió, porque esta normativa permitirá "traer man de obra estranxeira que neutralice e corrixa a preocupante deriva da poboación galega", pues sólo en un 11,1% de las viviendas reside un miembro con menos de seis años. Esta percepción de la aportación que pueden realizar los extranjeros responde al perfil de los que llegan a Galicia, pues "o 40% das mulleres estranxeiras traballan no servizo doméstico" y porque la edad media de sus hogares se sitúa entre los 28 y los 31 años, frente a los gallegos, que están por encima de los 40. Procedencia de los ingresos, en función del sexo El predominio de una actividad por parte de las mujeres extrajeras asentadas en Galicia se traslada, igualmente, a las mujeres gallegas, que normalmente trabajan en actividades concretas. Así, la comparativa entre hombres y féminas, indica que las ocupadas de la comunidad acaparan el 79,9% de los trabajos relacionados con la educación y la sanidad y el 22,43% del comercio y la hostelería; mientras los hombres obtienen sus ingresos, fundamentalmente, por actividades asociadas a la industria y la energía. En todo caso, el ingreso medio mensual por hogar era de 1.793 euros en 2006, lo que supone un 1,71% más que en 2005 y un 8,29% más que respecto a 2002. Las prestaciones fueron, en 2006, la fuente de ingresos de un 27,71% de los gallegos; cifra que se eleva al hablar de Lugo y Ourense, donde se supera el 33%. Esto se debe al envejecimiento poblacional y, también, según los expertos que presentaron el informe, porque "en Lugo baixou o traballo por conta propia", dada la reducción de la actividad agrícola. El hogar tipo: parejas con hijos, aunque trabajen Otra de las conclusiones de la encuesta es que el hogar tipo es aquel formado por una pareja con hijos (suponen el 36,7% del total). Esto es así, incluso aunque los jóvenes se hayan incorporado al mercado laboral. De hecho, el 44,93% de los hombres de entre 18 y 24 años que viven con sus padres están ocupados, al igual que el 30,46% de las mujeres de este tramo de edad. Se establece, en este punto, una diferencia importante, pues los que a esta edad viven con sus padres y están estudiando son fundamentalmente mujeres (un 54,93) y menos hombres (39,93%). Si el tramo de edad es entre 25 y 34 años, un 74,32% de los hombres trabajan y viven con sus padres, al igual que el 69,98% de las mujeres. En definitiva, un 92,52% de los jóvenes de entre 18 y 24 años y un 58,81%% de los que tienen entre 25 y 34 años "seguen a vivir cos pais", según el informe.





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