Estados
Unidos dejó hoy la base aérea de Bagram, su principal
instalación militar en Afganistán, en manos de las fuerzas afganas, un
paso crucial en la fase final de la retirada de las fuerzas
internacionales, mientras crece la violencia en el país.
La fortificada base Bagram, símbolo del poder militar de Estados Unidos
en Afganistán desde el principio de la invasión militar en 2001, ha sido
clave en la estrategia de Washington durante dos décadas de conflicto
como centro de los ataques aéreos contra los talibanes. EFE