BNG y PSdeG siguen "estancados" y se reunirán diariamente hasta alcanzar un pacto sobre las coaliciones
Los nacionalistas niegan que pretendan "vicealcaldías", pero sí gobiernos con dos referentes políticos
Los puntos de disenso se mantienen entre nacionalistas y socialistas. Después de tres días de parón negociador, las siete personas a las que han encomendado la misión de elaborar un "acordo marco" se han reunido este martes sin conseguir cerrar un pacto. Tendrán, pues, que seguir viéndose las caras para intentar elaborar un documento que sea la base para los futuros pactos locales que conformarán gobiernos de coalición. Así lo manifestaron a AGN fuentes del BNG, tras la reunión mantenidapor integrantes de las dos formaciones que integran la comisión negociadora. En este encuentro, ambas delegaciones efectuaron un nuevo intercambio de documentación con el fin de seguir avanzando y dar con el punto de encuentro en las cuestiones de disenso, que persisten en aspectos programáticos y también en la fórmula en que se establece la colaboración entre ambas fuerzas. Sobre este último aspecto, desde el BNG sostienen que no defienden, en absoluto, "bigobernos nin vicealcaldías". Los primeros porque no son una fórmula adecuada para los concellos y las segundas porque, entre otras cosas, no existen. Lo que sí defienden, aseguraron a AGN fuentes consultadas, son "gobernos de coalición formados por nacionalistas e socialistas" de modo que la representatividad de cada fuerza en el gobierno sea proporcional a los resultados de las urnas. Partiendo de esta base, sí ponen sobre la mesa una exigencia, y es que se distinga que hay dos referencias políticas. Para ello, proponen que el número uno de los gobiernos locales sea el nacionalista o socialista elegido por los ciudadanos por número de votos y que el número dos sea la otra fuerza más votadas de ambas. Esto es, que si el alcalde es nacionalista el número dos sea socialista, y viceversa. Más allá de las diferencias en el reparto de poder, existen las centradas específicamente en el programa. En este aspecto, existe igualmente "certa distancia" entre unos y otros aunque desde el BNG consideran que no son insalvables, al menos en principio. Los puntos de disenso en esta materia se refieren al papel que unos y otros creen que deben cumplir los concellos en cuanto a políticas sociales, de empleo y normalización lingüística, así como sobre el papel de las diputaciones provinciales. Los nacionalistas defienden evolucionar hacia la pérdida de contenido de las diputaciones, en favor de las comarcas y las áreas metropolitanas. Por el momento, no hay acuerdo y continúan las negociaciones, retomadas tras la ruptura producida el pasado viernes. Sólo queda esperar que en la reuniones que se mantendrán con una periodicidad diaria den sus resultados, PSdeG y BNG acerquen posturas y decidan si quieren, o no, ir de la mano para conformar gobiernos locales en más de 70 municipios en los que tienen esa opción.