EFE | El
Sindicato de Enfermería, Satse, ha denunciado hoy “la falta de
previsión” de las comunidades autónomas que ha provocado que unas
plantillas sanitarias “bajo mínimos” tengan que afrontar una quinta ola
de la covid-19: este verano se han cerrado más de 9.600 camas, 2.700 más
que en 2020, y se han paralizado "miles de consultas, pruebas
diagnósticas e intervenciones quirúrgicas", además de proceder al cierre
de centros de salud, fundamentalmente en horario de tardes.
Con la llegada del periodo estival, añade la organización sindical en
una nota, se han hecho además contrataciones por vacaciones aprobando
suplencias en los servicios de salud para solo el 30-40 % de la
plantilla, con lo que el trabajo de 60 profesionales de cada cien deben
hacerlo los que prestan sus servicios en verano. El Sindicato de Enfermería
recuerda que ya advirtió el pasado mes de junio que las administraciones
sanitarias no podían repetir el mismo error de todos los años de no
reforzar las plantillas ni proceder al cierre de camas y unidades en los
meses estivales.
“Lamentablemente, ahora nos
encontramos en una situación con un creciente aumento del número de
casos de nuevos contagios de Covid-19 que deben ser atendidos en unos
centros de salud y hospitales cuyos profesionales “están agotados y con
unas condiciones laborales tremendamente tensionadas” .
En opinión de Satse, la
actual situación es fruto del interés prioritario de los servicios de
salud de aprovechar el verano para ahorrarse dinero.
“Tras año y medio de pandemia,
volvemos a constatar, lamentablemente, que nuestros responsables
públicos han aprendido poco, por no decir nada, y siguen sin destinar
los recursos y medios necesarios para que nuestro sistema sanitario esté
preparado para nuevas olas del Covid-19 y que no sean los pacientes y
profesionales sanitarios los que sufran las tremendas consecuencias de
su deficiente gestión y planificación", concluye.