MADRID | El
alcohol es la sustancia psicoactiva más consumida por la población
general en todas las edades, si bien el 32,3 % de los estudiantes de
enseñanzas secundarias, de 14 a 18 años, reconoce episodios de consumo
abusivo (cuatro o más copas seguidas) en el último mes.
Según recoge la Monografía de Alcohol del Observatorio Español de las
Drogas y las Adicciones, elaborado por la Delegación del Gobierno para
el Plan Nacional sobre Drogas, y dado a conocer este lunes con motivo
del Día Mundial sin Alcohol, esta adicción es muy elevada entre los más
jóvenes, de 14 a 18 años, y un 76 % reconoce haber consumido en el
último año. Además, la mayoría (94,9 %) manifiesta no tener ninguna dificultad para conseguir bebidas alcohólicas.
Pero el problema no es solo preocupante entre los menores. Según esta
monografía, el 18,6 % de la población entre 15 y 64 años presenta un
consumo por encima del nivel considerado de bajo riesgo (hasta 10 gramos
al día en mujeres y 20 gramos/día en el caso de los hombres). En
esta amplia franja de edad, el 77,2 % consumió alcohol en el último año,
el 63 % en el último mes y el 8,8 % declara beber alcohol a diario.
Un
5,2 % de la población entre 15 y 64 años realiza un consumo de riesgo,
con cifras mayores en varones y jóvenes si bien cuando se atiende a la
franja de 15 a 24 años, la diferencia entre sexos es mucho menor.Según
este informe, el alcohol supone un importante factor de riesgo de carga
de enfermedad y mortalidad y aunque afecta a toda la población, los
menores son los más vulnerables a sus efectos.
El inicio de consumo de alcohol se sitúa en los 14 años y en los
últimos tiempos se aprecia un repunte de las intoxicaciones etílicas
agudas y episodios de consumo intensivo. Un 47,1 % de los chicos y
un 52,3 % de las chicas admite que se ha emborrachado alguna vez y en
el grupo de 15 a 16 años, la prevalencia en los últimos 30 días fue del
17 %, cuatro puntos por encima de la media europea que es del 13 %.
En
muchas ocasiones, según la monografía, el consumo intensivo se asocia a
determinadas conductas de riesgo. El 2,7 % de los estudiantes reconoce
haber conducido un vehículo bajo los efectos del alcohol (el 20,5 % de
la chicas y el 17,2 % de los chicos). Además, el 17 % dice haberse visto implicado en una pelea o agresión y
el 30,6 % haber mantenido relaciones sexuales sin preservativo en esa
situación.
Según el informe, la población laboral muestra cifras
de consumo de alcohol ligeramente superiores a la población general, con
mayores prevalencias de consumo diario, que son más altas entre las
personas en paro que entre las empleadas (10,9 % y 9,4 %,
respectivamente). Un tema de relevancia que aborda la monografía
es el consumo de alcohol en el embarazo por las importantes
consecuencias asociadas como los trastornos del espectro alcohólico
fetal.
El pasado año, el 1,2 % de las mujeres reconoció haber consumido
alcohol estando embarazadas, cifra que se considera "una infraestimación
de este preocupante fenómeno por lo que se requerirá una mayor
profundización en sucesivas ediciones del informe". En las
personas de más de 64 años, el consumo de alcohol está menos extendido
aunque es superior en hombres y se observa un mayor consumo diario, más
de vino, y menos de intensivo, es decir, borracheras y consumos de
riesgo.
Respecto al uso de alcohol en pandemia, el informe
sostiene que es "demasiado pronto" para calibrar el impacto a largo
plazo de la covid-19 en los patrones de consumo de la población, pero
los datos apuntan a que en 2020 disminuyó el consumo de bebidas
alcohólicas en ambos sexos y en todos los grupos de edad, y en especial
se redujeron los episodios de consumo intensivo entre los más jóvenes.
Según Sanidad, esto refuerza el concepto de que las medidas de
prevención ambiental que disminuyen la oferta y disponibilidad "son
eficaces para reducir el consumo, sobre todo entre jóvenes y menores".Finalmente,
el informe aborda la red de atención a drogodependencias y afirma que
el alcohol es responsable de un mayor número de admisiones a
tratamiento, 27.209 personas en 2019, muchas más de las que buscan
terapias por cocaína, cannabis o heroína y se relaciona con un 40,3 % de
los episodios de urgencias hospitalarias.
Entre 2010 y 2017 se
produjeron en España una media de 15.489 muertes al año que se achacan
al consumo de alcohol. El riesgo poblacional se situaría en una tasa
media anual de mortalidad de 40,9 sobre 100.000 personas al año
(60,3/100.000 en hombres y 18,1/100.000 en mujeres). Del conjunto de las muertes por todas las causas, el 4 % se atribuyen al consumo de bebidas alcohólicas. EFE