ORACIONES CRISTIANAS
¿De dónde nacen las oraciones cristianas y cómo se hace?
Una de las descripciones que hacen de la oración es que se trata de un acercamiento del alma por medio del Espíritu de Dios hacia el trono de Dios.
No debes ver una oración como un ejercicio mental ni como una declamación, sino que es algo mucho más profundo. De hecho, podríamos hablar de que es una transacción espiritual con el Creador del Cielo y la Tierra, por lo que nuestro espíritu se mantiene en contacto con Él.
Las oraciones poderosas hechas a Dios son una conversación con Él, en el nombre de Jesús, que van acompañadas por el poder del Espíritu Santo. No hay que olvidar que Jesús oraba de forma habitual y enseñó a sus discípulos a orar. De este modo, es que Él esperaba que sus seguidores se acercaran a Dios en Oración, lo adoraran y lo alabarán, le den gracias, oren por otros o hagan peticiones personales.
Recordemos que, todos los hombres, están llamados a la comunión con Dios. Es por medio de la creación, que Dios llama a todo ser desde la nada a la existencia, incluso, luego de haber perdido, por nuestro pecado la semejanza con Dios, seguimos siendo una imagen de nuestro Creador. Por ende, conservamos el deseo de aquel que le ha creado y le busca.
Dios siempre está llamando de forma incansable a cada persona al encuentro misterioso de la oración. De hecho, es Él quien toma la iniciativa en la oración, colocando en nosotros el deseo de buscarle, de hablarle y de compartir con Él nuestra vida. No hay que olvidar que cuando se reza, nos estamos poniendo también en disposición para escuchar a Dios y hablarle.
Al rezar, hablamos con Dios y el que ora es todo el hombre. Hay que mencionar que las Sagradas Escrituras hablan sobre el lugar para designar el lugar de donde brota la oración, indicando que algunas veces es desde el alma o del espíritu, y con mayor frecuencia viene desde el corazón, por lo que es el corazón el que ora.
Si tenemos esto último en cuenta el corazón es nuestro centro escondido, y solo el Espíritu de Dios puede sondear y conocerlo. Podríamos decir que se trata del lugar de la decisión, en los más profundo de nuestras tendencias psíquicas, es un lugar de la verdad, donde elegimos entre la vida y la muerte. También, es el lugar donde ocurre el encuentro con Dios, de la recién con Él y de cada uno de nosotros personalmente.
La oración no se reduce únicamente al brote espontáneo de un impulso interior, sino que para orar es necesario querer orar y aprender a hacerlo. Para que podamos aprender a hablar con Dios, tenemos la Iglesia, escuchando la palabra de Dios, leyendo los Evangelios y sobre todo siguiendo el ejemplo de Jesús.
Ahora con respecto a cómo orar en el Nuevo Testamento el modelo perfecto de oración se encuentra en la oración filial de Jesús.
Se trata de oración con frecuencia en la soledad, en lo secreto, siendo aquí donde la oración de Jesús entraña una adhesión amorosa a la voluntad del Padre hasta la cruz y una absoluta confianza en ser escuchado.
Entre las enseñanzas de Jesús, este instruye a sus discípulos a orar con un corazón purificado una fe viva y perseverante, justo como los hijos hablan con su padre. Una buena idea para orar es que intervengas en los paisajes del evangelio, como un personaje más.
Por ejemplo, puedes imaginarte la escena o el misterio, el cual te servirá para recoger y meditar. Luego aplicas el entendimiento, para considerar el rasgo de la vida del Maestro.
Ahora con respecto a si hay diferentes formas de orar, el Espíritu Santo nos enseña y recuerda todo lo que Jesús dijo, y nos educa también en la vida de la oración.
Esto suscitando expresiones que se renuevan dentro de una forma permanente de orar: bendecir a Dios, pedirle perdón, pedirle lo que se necesita, darle gracias y alabarle.
Dicho esto, hay que mencionar que podemos encontrar diversos tipos de oraciones, las cuales podemos elevar a Dios. En la web creemos.net, vas a poder encontrar diversas oraciones que podrás realizar.