MADRID | El
Gobierno considera que el reciente acuerdo con los agentes sociales
sobre la reforma laboral y los datos de crecimiento del empleo y
descenso del paro conocidos esta semana son la mejor carta de
presentación de su gestión al cumplirse dos años del Ejecutivo de
coalición. El 7 de enero de 2020 Pedro Sánchez conseguía la mayoría simple del
Congreso que le investía como presidente tras las elecciones celebradas
el 10 de noviembre del año anterior.
Un rápido acuerdo con el líder de Unidas Podemos, Pablo
Iglesias, alumbró el primer gobierno coaligado en la actual etapa
democrática y que, no sin arduas negociaciones y cesiones, ha ido
obteniendo el apoyo de grupos parlamentarios como el PNV, ERC y EH
Bildu.
Respaldos que han servido como uno de los principales argumentos
del principal partido de la oposición, el PP, al recriminar a Sánchez
que ligue su permanencia en Moncloa a sus pactos con lo que denomina
radicales.
La pandemia de coronavirus ha hecho imposible la normalidad de
la XIV legislatura prácticamente desde sus comienzos, ya que tres
semanas después de la investidura se detectaba el primer positivo en
España y el 14 de marzo se decretaba un primer estado de alarma que se
prolongó hasta junio y que supuso el confinamiento de la población.
El segundo, más suavizado, llegó en octubre y no concluyó hasta
mayo de 2021. Pese a que el Tribunal Constitucional se expresó en contra
de algunas medidas, el Gobierno las defiende porque considera que
contribuyeron a salvar vidas.
Esencial para ello es también el proceso de vacunación que ha
cumplido ya un año y del que Sánchez y sus ministros se muestran
orgullosos.
La covid-19 provocó una crisis sanitaria, económica y social
ante la que el Ejecutivo reaccionó con una serie de medidas como los
erte que dijo que tenían como objetivo proteger especialmente a los más
vulnerables.
Desde Moncloa se recalca que esas iniciativas y otras como el
ingreso mínimo vital son la seña de identidad de este Gobierno
progresista en el que no ha sido fácil la convivencia entre los socios.
Así se ha evidenciado en numerosas ocasiones a lo largo de la
legislatura, tanto en la etapa de Pablo Iglesias como vicepresidente (la
antesala de su retirada de la política activa) como en la de Yolanda
Díaz ocupando ese cargo y, ahora, situándose a la cabeza de las
valoraciones de los líderes políticos y pensando en un proyecto de
futuro más allá de Unidas Podemos.
La ley de vivienda, el salario mínimo, la ley trans o la reforma
laboral han sido ejemplos de esas diferencias que se han ido superando
hasta presentar lo que fuentes del Gobierno califican de una "hoja de
servicios" acorde con lo prometido y que cuenta en su haber con dos
presupuestos consecutivos aprobados.
Los de 2022 han certificado que Sánchez, tal y como asegura que
hará, tiene la llave para agotar su mandato y convocar elecciones a
finales de 2023.
Entre los logros más destacados incluyen también la ley de
eutanasia o la de educación, cuya impulsora, Isabel Celáa, abandonó el
Gobierno en la amplia remodelación de su Gabinete que acometió Sánchez
en julio pasado y que supuso la salida de pesos pesados como Carmen
Calvo y José Luis Ábalos y la entrada de Félix Bolaños como nuevo hombre
fuerte.
En medio de un ambiente crispado cuyo exponente han sido algunos
de los debates en el pleno del Congreso, el presidente del Gobierno
superó sin problemas la moción de censura que le presentó Vox.
Contó para ello con el PP como aliado en una de las contadas
ocasiones en las que las bancadas socialista y popular han sumado sus
votos.
Lo hicieron también para desbloquear la renovación de los
órganos constitucionales excepto el Consejo General del Poder Judicial,
una actualización pendiente ante la que Sánchez parece haber tirado la
toalla en la presente legislatura. No ha sido fácil tampoco la relación con la Generalitat, aunque
el jefe del Gobierno, enarbolando los indultos a los líderes del procès,
cree haber puesto las bases para reconducir la situación a la espera de
una nueva convocatoria de la mesa de diálogo ante la que Pere Aragonés
pide ya resultados tangibles.
En la etapa que se abre hasta el final de la legislatura,
Sánchez recalca que su máximo objetivo, con la ayuda de los fondos
europeos, es avanzar en lo que denomina una "recuperación justa".
El Gobierno considera que el récord de 782.232 personas que
abandonaron las listas del paro y 776.478 empleos creados el año pasado
demuestra que se está en ese camino.
Una senda, afirman, en la que se pretende perseverar durante los
próximos meses y en los que se plantean seguir combatiendo los elevados
precios de la energía y la alta tasa de inflación y avanzando en la
reconstrucción de La Palma.
El nuevo año nace con la duda de si el rey Juan Carlos regresará
en breve a España pero con la certeza de que tendrá aperitivos
electorales previos a 2023 como los comicios ya convocados en Castilla y
León y los que habrá en Andalucía.
Dos citas con las urnas ante las que las encuestas auguran
resultados negativos para el PSOE que se sumarían a la derrota vivida en
Madrid tras las elecciones adelantadas por Isabel Díaz Ayuso.
Pero en Moncloa se advierte de que "todo está por escribir" y se
confía en que los ciudadanos perciban los resultados de las políticas
de consenso y diálogo del Gobierno.
Sánchez los seguirá reivindicando en sus actos y los tendrá muy
presentes en su intervención este viernes, 7 de enero, en la primera
reunión del Comité Federal del PSOE elegido en el 40 Congreso del
partido. Una convocatoria para conmemorar que justo hace dos años
conseguía la confianza del Congreso. EFE