SANTIAGO DE COMPOSTELA | El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, avanzó hoy que el Gobierno gallego convocará a comienzos de enero, por un importe total de 13,75 millones de euros, una nueva orden de ayudas al alquiler destinada a personas y familias con bajos ingresos. “Redoblamos nuestro compromiso para seguir apoyando a las familias que más lo necesitan en el pago del alquiler”, indicó.
Rueda resaltó que, con esta nueva línea de ayudas, el objetivo es conceder un mínimo de 4.000 ayudas a familias con rentas bajas con las que la Xunta va a financiar el 50% de la renta mensual que figure en su contrato de arrendamiento durante un mínimo de un año, con posibilidad de prorrogarse otros cuatro.
El Consello autorizó hoy la resolución por la que se fijan las bases reguladoras y los requisitos que tendrán que cumplir las personas interesadas en estas subvenciones, que se enmarcan en el pacto social por la vivienda. Entre las principales novedades del nuevo programa de ayudas, Rueda subrayó la duración máxima de la concesión, que “pasará de tres a cinco años”, y el incremento “en un 50% de la cuantía máxima de las aportaciones” ya que a partir de ahora, y con carácter general, podrá ser de hasta 300 euros al mes, es decir, un 50 % más que las ayudas anteriores, limitadas a, como máximo, 200 euros.
El presidente de la Xunta incidió en las noticias de una convocatoria que “sube la cuantía máxima de las ayudas” y que también “incrementa la duración”. En este sentido, hace falta precisar que el importe de las ayudas no será el mismo en todos los casos. Los beneficiarios tendrán derecho a una subvención equivalente al 50% de la renta mensual que figure en sus contratos siempre que esta no supere las cuantías máximas establecidas en la convocatoria en función del área geográfica en que se localice la vivienda.
Así, en el caso de las siete ciudades -A Coruña, Ferrol, Santiago, Pontevedra, Vigo, Ourense y Lugo- el importe del arrendamiento no podrá superar los 600 euros al mes; en las villas, ayuntamientos de tamaño medio y periurbanos el límite quedará fijado en 500 euros; y en el resto de municipios, la renta mensual de alquiler será de, como mucho, 400 euros.
En cualquiera caso, todas estas cuantías —tanto el importe de la renta de alquiler como la propia ayuda de la Xunta— podrán incrementarse en un 20 % en determinados supuestos con el fin de adaptarse a las características especiales y a las necesidades específicas de los inquilinos, como en caso de que estos formen parte de una familia numerosa o de una unidad de convivencia en que alguno de sus miembros necesite una vivienda adaptada.
A la hora de calcular el importe de las ayudas se habían excluido los posibles gastos de comunidad y otros pagos en concepto de anexos, como pueden ser garajes o trasteros. Además, la cuantía concedida inicialmente no podrá ser incrementada, aunque la renta del alquiler aumente a lo largo de la duración del contrato.
Los beneficiarios deberán ser titulares del contrato de arrendamiento, acreditar que se trata de su vivienda habitual y permanente y justificar mensualmente el pago. En cuanto a los requisitos económicos, las rentas anuales de todos los miembros de la unidad de convivencia tendrán que ser iguales o inferiores a 3 veces el IPREM (24.318,84 euros) y tampoco podrán estar por debajo de 0,5 veces el IPREM (4.053,14 euros).
Asimismo, en el caso de familias numerosas, víctimas de terrorismo o núcleos en que haya alguna persona con discapacidad estos límites se podrán incrementar hasta 5 veces el IPREM. Tras recibir esta mañana la aprobación del Consello, las ayudas al alquiler podrán solicitarse entre el 2 de enero y el 5 de mayo de 2023 o hasta agotar el crédito disponible.
Otros programas de apoyo al alquiler
Esta nueva convocatoria del programa de ayudas al alquiler se enmarca en las políticas que impulsa el Gobierno gallego desde hace años para facilitar el mantenimiento de su hogar a colectivos vulnerables o con pocos recursos económicos, como es el caso de los menores de 36 años, una de las franjas de edad con más dificultades para emanciparse.
En concreto, este año se convocó por primera vez el Bono alugueiro mocidade, una ayuda de 250 euros al mes para apoyar a los menores de 36 años en el pago de su residencia habitual y de la que ya hay más de 1.500 beneficiarios después de que Galicia fuera una de las comunidades más ágiles en convocar estas ayudas, el pasado 30 de junio.
En la misma línea, el Instituto Galego da Vivenda e Solo convocó este verano el Bono de alugueiro social, una prestación dirigida a facilitar el pago de la vivienda habitual a determinados colectivos desfavorecidos a través de una ayuda equivalente al 100 % de la renta de alquiler y con la que la Xunta apoya en estos momentos a cerca de 900 familias vulnerables.