REDACCIÓN | Un hotel, un balneario, un teatro, un mirador, un parque de escalada, un almacén de arte, un macrolienzo rural para artistas urbanos y hasta un aparcamiento; en todo esto se han convertido o se van a transformar decenas de silos y almacenes de cereal.
La lista de proyectos encaminados a cambiar el uso de los históricos silos de cereal aumenta año a año en España, donde la mayor parte de estas catedrales del campo pertenecen a cooperativas agrarias y al Estado, que trata de venderlas periódicamente a través de subastas.
Son verdaderas moles, con limitaciones para el cambio de uso por su original utilización como almacén de grano y sus rígidos muros de contención, en su día diseñados casi a prueba de bombas, lo que dificulta y encarece las reformas de este tipo de proyectos, según ha explicado a EFE el arquitecto Carlos Mateo, dedicado durante años a la catalogación y análisis de la Red Nacional de Silos y Graneros -www.silosygraneros.es- y a desarrollar proyectos de cambios de uso. Leer más