Orozco espera un acuerdo con el BNG, pero recuerda que no tendrá ningún problema en gobernar en minoría

Caballero destaca la rapidez con la que se ha concretado el pacto en Vigo

Socialistas y nacionalistas mantendrán esta semana nuevos encuentros para intentar llegar a un acuerdo de gobierno de coalición. El alcalde, Xosé López Orozco, ha dado de plazo hasta el próximo día 25. Según adelantó en Radio Líder, confía en que finalmente haya acuerdo como se hizo en el resto de Galicia, pero también deja claro que si no lo hay no tendrá ?ningún problema en gobernar en minoría?. Aunque no participa directamente en las negociaciones con los nacionalistas, Lopez Orozco advierte de que si los cuatro concejales del BNG entran en el gobierno, representarían el 25% del ejecutivo, y aunque en política ?no todo es aritmética?, insiste en que esta proporción debe tenerse en cuenta. Orozco defiende su ausencia de la mesa negociadora, para poder seguir con su agenda como regidor y no ?marear la perdiz?. Además, niega que haya mala química con el cabeza de lista del Bloque. Asegura que ha dejado a un lado las acusaciones que éste le ha hecho en los últimos años, llamándole ?mentiroso?, o las veces que se rió de él. Según Orozco, sabrá olvidarse de la época electoral. Últimos flecos del pacto en Vigo En estos días, se firmará también el pacto de gobierno en Vigo, donde sólo faltan algunos detalles por definir. Lo confirmaba en Matinal Líder el propio alcalde Abel Caballero. Asegura que ya está firmando los decretos de gobierno y que toda la ciudadanía conoce ya el nombre de los concejales y las áreas de las que se encargarán. Unos trámites que, recuerda, hace cuatro años llevaron 25 días. Caballero ha defendido también la decisión de elegir a Carmela Silva para hacerse cargo de departamento de urbanismo, pese a que no tiene acta de concejala. Hasta ahora, era la responsable del gabinete de la ministra de Agricultura. Cree que es la mejor persona para encargarse de esta concejalía y que con su aportación va a reforzar el gobierno. La posibilidad de incorporar a los gobiernos locales a ediles no electos está recogida en la Ley de Grandes Ciudades. Permite que tengan derecho a voz en los plenos, pero no a voto. Caballero compara la medida con lo que pasa en el Gobierno central, donde no todos los ministros tienen que ser diputados.