El Servizo Galego de Saúde cerrará este verano una media de 430 camas hospitalarias, un 20% menos que hace un año

Los hospitales prescindirán del 6,05% del total de estancias

El Servizo Galego de Saúde cerrará este verano una media de 430 camas hospitalarias, lo que supone que los hospitales públicos prescindirán durante la época estival del 6,05 por ciento del total de 7.102 plazas de las que disponen. El cierre de camas es programado por la Administración sanitaria de forma quincenal, siendo el mes de agosto el que registrará un mayor volumen de estancias cerradas, al prescindir de 521 camas en la primera quincena y de 520 en la segunda. Le sigue julio, con 411 plazas cerradas en los quince primeros días y 522 en los quince segundos, mientras que septiembre arroja las cifras más bajas, con 351 plazas inutilizadas durante las dos primeras semanas, que descenderán a 254 en las dos segundas. La Consellería de Sanidade apostó desde un primer momento por reducir en la medida de lo posible el volumen de camas hospitalarias cerradas durante el verano, decisión históricamente polémica. Así, desde el departamento que dirige María José Rubio destacan que el cierre que se acometerá en esta ocasión es inferior al realizado hace un año, en concreto un 19,2 por ciento menos. Ya entonces, cuando se habían inutilizado un promedio de 532 plazas por quincena, esta cifra suponía una reducción del 16,3 por ciento respecto a las estancias cerradas en 2005. Del análisis de la programación de Sanidade se extrae como dato más positivo el hecho de que un total de cinco hospitales tendrán disponibles todas sus camas durante los tres meses estivales. Se trata del Hospital da Costa de Burela y del Hospital Comarcal de Valdeorras, en O Barco; así como de las fundaciones sanitarias Hospital Virxe da Xunqueira, en la localidad coruñesa de Cee; del Hospital Comarcal de O Barbanza, en Ribeira, y del Hospital de Verín, ubicado en el municipio ourensano del mismo nombre. En el extremo opuesto se encuentran los hospitales de las urbes, curiosamente los que prescindirán de más camas. Así, son los complejos hospitalarios de Santiago y Ourense los que lideran el ránking de centros con mayor volumen de estancias de ingreso cerradas, con una reducción quincenal media de 101 y 97 camas, respectivamente. Le sigue el Complexo Hospitalario Juan Canalejo de A Coruña, que durante el verano prescindirá de un promedio de 89 estancias, mientras que el Xeral-Calde de Lugo ocupa el cuarto puesto de la clasificación, aunque a gran distancia del centro coruñés, al inutilizar una media de 36 camas del total de 735 de las que dispone. Fuentes del Servizo Galego de Saúde explican que los motivos que obligan a cerrar camas hospitalarias durante el periodo estival son la reducción del personal, puesto que las vacaciones se concentran mayoritariamente en estos meses, y el hecho de que se experimenta un descenso general de la demanda de hospitalización, ?ó disminuir os procesos infeciosos e as recaídas dos enfermos crónicos?. En todo caso, garantizan que los cierres no provocarán problemas de saturación, al asegurar que todos los ingresos e intervenciones que no admitan demora recibirán la asistencia sanitaria ?de sempre?. Las mismas fuentes subrayan que la programación de cierre de camas realizada este año es ?a máis reducida posible?, teniendo en cuenta que el sistema sanitario gallego adolece de una carencia de profesionales que provoca, por ejemplo, ?que non teñamos anestesistas para sustituir ós que se van de vacacións?. En todo caso, puntualizan que, de ser necesario, ?as camas poderíanse activar en calquera intre?. Aunque serán varios los servicios afectados por la programación de verano, el caso más destacado es el de cirugía, debido a que las operaciones programadas ?decaen moito neste periodo?. El Sergas aprovechará la ausencia de pacientes ingresados en determinadas plantas para acometer pequeñas obras de mejora. Se trata de arreglos o reparaciones menores, tales como labores de pintura, trabajo que sólo se puede realizar aprovechando el cierre de estancias.