REDACCIÓN | Ostenta el título de primer puerto de descarga de mejillón de Europa y es el primer municipio gallego en cuya costa se instaló una batea, en el año 1945. Convertida en la cuna del mejillón gallego, Vilanova de Arousa (Pontevedra) lleva tres décadas exaltando su oro negro a través de la Fiesta del Mejillón y el Berberecho. Una celebración que nació en 1994 para poner en valor dos de los productos estrella del ayuntamiento y cuyo sector supone la mitad del PIB local.
La industria vinculada al cultivo del mejillón y a la extracción de berberecho de Vilanova de Arousa cuenta con varias décadas de historia. En la actualidad, ya han llegado a la tercera y cuarta generaciones de profesionales que trabajan en un sector cada vez más cualificado y que también cuenta con las conserveras como parte de su motor económico.
Desde esas primeras ediciones, que se relegaban a una o dos jornadas y casi centrándose en el aspecto puramente culinario, la Fiesta del Mejillón y el Berberecho fue ganando adeptos hasta que se establecieron cuatro días de celebración. Al espacio de degustación de diversos platos con el mejillón y el berberecho como principales ingredientes, se suman variadas actuaciones musicales, la tradicional procesión marítima en honor a la Virgen del Carmen y una feria de oportunidades del comercio local.
La XXX Fiesta del Mejillón y el Berberecho llegó este agosto a su trigésima edición, batiendo récords de participación. La carpa gastronómica, uno de los principales reclamos del evento, superó en un 42% el producto utilizado con respecto al año anterior. El alcalde de Vilanova de Arousa, Gonzalo Durán, se mostró “muy satisfecho por el éxito de asistencia”.
100% de ocupación
“Este evento nos sitúa en el panorama nacional de fiestas del verano en Galicia. De hecho, muchos de los visitantes que tenemos son de otros puntos de España”, explicó el regidor. La cita gastronómica ha llevado también a un notable incremento pernoctaciones en el municipio, llegando “al 100% de ocupación hotelera durante nuestra semana grande y con los restaurantes llenos”, destacando especialmente el turismo familiar. “Vilanova es una localidad muy tranquila, con variados servicios y propuestas para las familias, y que también sirve de punto de referencia para conocer los alrededores”, concluye.
Junto con la carpa gastronómica, otra de las constantes en la Fiesta del Mejillón y el Berberecho de Vilanova, y que causa gran expectación, es la procesión marítima en honor a la Virgen del Carmen. Un solemne y vistoso acto en el que la imagen de la santa, patrona de los marineros, realiza una singular travesía por la costa vilanovesa custodiada por decenas de barcos engalanados con flores y banderolas. El punto de parada es el Faro de O Seixo, donde se realiza la ofrenda floral en recuerdo a las víctimas del mar.
Dentro del programa de la fiesta, destacaron también las actuaciones musicales, que combinaron el espectáculo de la orquesta Panorama y los conciertos de Roi Casal y Antonio Barros y Lis Pardo. Unas propuestas culturales que se combinaron con la celebración de la Feria de Oportunidades, que permite dar a conocer la valía del comercio local vilanovés, además de facilitarles la liberación de stock a más de una veintena de establecimientos.
Además, en la jornada grande de la fiesta, se entregan las Insignias de Oro y Brillantes que reconocen a destacadas personalidades de los más diversos ámbitos. En esta trigésima edición, se apostó por poner en valor el desarrollo cultural llevado a cabo por el músico Fernando Casal, la restauradora de arte María del Carmen del Valle Galbán y por la Asociación de Amigos de Valle-Inclán.
Gracias a esta celebración, la localidad radicada en el corazón de la Ría de Arousa muestra su variada oferta de ocio, con naturaleza, playa, enoturismo, actividades de aventura y, cómo no, gastronomía de gran calidad como propuestas. Destaca especialmente el turismo cultural, siendo esta la villa natal del genial escritor de la Generación del 98, Ramón María del Valle-Inclán. Dentro de la amplia programación cultural destaca el Festivalle, un ciclo de teatro que atrae a este municipio costero destacadas compañías teatrales de todo el país.