REDACCIÓN | Una de cada diez mujeres asesinadas por violencia de género en España es mayor de 60 años, 170 feminicidios desde 2003. Sin embargo, la respuesta que se da a estas víctimas es más que insuficiente.
La geroantropóloga feminista Mónica Ramos denuncia que esta violencia, pese a su magnitud y crudeza, es invisible y sus víctimas están abandonadas, ya que tanto las instituciones, como sus familias e incluso el propio movimiento feminista han mirado para otro lado y obviado esta intersección violenta de patriarcado y edadismo.
“Hemos dado por perdidas a las víctimas mayores”, denuncia en una entrevista con EFE la también coordinadora técnica del grupo social Unate. La violencia de género en la tercera edad tiene especificidades que la diferencian de aquella que se ceba con mujeres más jóvenes: las víctimas sufren maltrato durante décadas -se llega a cronificar hasta 50 años- y no son conscientes de la violencia porque la han normalizado desde jóvenes.
“Han crecido en relaciones de pareja donde lo normal es el maltrato. Han vivido insultos, vejaciones, control, falta de consideración, posiblemente relaciones sexuales obligadas. Se casaron bajo un Código Civil que les decía que no tenían derechos y que lo que tenían que hacer era obedecer a su marido”, explica Ramos.
No sólo ellas, también sus entornos han normalizado el maltrato hasta el punto de que llegan a ser un obstáculo para que la víctima pueda salir de esa situación porque se oponen a la ruptura o minimizan los efectos de la violencia y los confunden con la vejez: por ejemplo, la mala salud o un estado emocional deteriorado.
La falta de apoyo de los hijos o el momento de jubilación del agresor son factores que incrementan el riesgo de la víctima, sostiene la experta. Otras cuestiones que dificultan la salida de la violencia son la dependencia económica y emocional del agresor, una posible situación de dependencia del maltratador o de ella y la indefensión aprendida tras décadas de sometimiento. “¿Dónde vas a ir tú si no eres nada sin mí?”, cuenta Ramos que dicen los agresores a sus víctimas. Leer más