REDACCIÓN | Celebraciones entre los combatientes con algunos tiros al aire y grupos de ciudadanos caracterizaron el primer día en Damasco sin la familia Al Asad en el poder tras 53 años de mano de hierro. El silencio, no obstante, reinaba en la capital siria tras el toque de queda impuesto por la noche por los insurgentes.
A mediodía, las calles estaban llenas de gente y de combatientes insurgentes que disparaban al aire celebrando la caída de Bachar al Asad. También en la famosa Plaza de los Omeyas había mucha presencia de combatientes, además de muchos ciudadanos que salieron para celebrar, según constató EFE.
Pero la caída del sol coincidía con la entrada del toque de queda impuesto desde hoy mismo -y sin fecha de duración- por el Mando de Operaciones Militares, liderado por el grupo islamista Organismo de Liberación del Levante (heredera de la exfilial siria de Al Qaeda), que inició la ofensiva hace doce días y que ha terminado derrocando a Al Asad. Leer más