PORTUGAL / AKIRA NÚÑEZ | Cada año, el 21 de junio nos regala el día más largo del año: el solsticio de verano. En Portugal, esta fecha no solo marca un cambio de estación, sino que vibra con una energía ancestral que invita a honrar el sol, la naturaleza y la expansión.
Es tiempo de fuegos, de agua, de caminatas descalzas por la tierra y de intenciones sembradas con luz. Pero en medio del ruido del mundo, ¿nos damos permiso de pausar?
Este solsticio te invita a eso: a una pausa solar. A mirar hacia adentro, agradecer lo florecido y soltar lo que ya no crece.
Desde mi rincón en Portugal, rodeada de árboles frutales y cielo azul, elijo encender una vela, escribir una intención, y decirle al sol: gracias por iluminar mis pasos.
¿Y tú? ¿Qué vas a honrar este 21 de junio?