AKIRA NÚÑEZ / PORTUGAL | Con la llegada del verano, los precios de bienes y servicios en la península ibérica han experimentado un notable incremento, afectando tanto a residentes como a turistas. Según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Instituto Nacional de Estatística de Portugal (INEP), los sectores más afectados son el transporte, la hostelería y los productos de alimentación.
En España, el coste del alojamiento turístico se ha incrementado en más de un 15 % respecto al verano pasado, mientras que en Portugal los precios de hoteles y alojamientos rurales han subido hasta un 18 %, especialmente en regiones de alto tránsito como Lisboa, Algarve y el norte de Galicia.
Los precios del combustible también han sufrido variaciones, con subidas de hasta 10 céntimos por litro en algunas zonas, lo que ha encarecido los desplazamientos por carretera. A esto se suma el aumento en productos de primera necesidad como frutas, hortalizas y bebidas, impulsado por la alta demanda estacional y las condiciones climáticas adversas.
Economistas advierten que la presión inflacionaria durante los meses de verano podría impactar negativamente en el consumo interno, especialmente en familias con ingresos limitados. Las asociaciones de consumidores han pedido medidas de control y apoyo a sectores vulnerables durante este periodo.