AKIRA NÚÑEZ | El Gobierno portugués ha proyectado una reducción histórica de la deuda pública hasta el 87,8% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2026, lo que supondría el nivel más bajo desde 2009. La previsión fue presentada dentro del borrador presupuestario de 2026, en el que Lisboa busca mantener una senda de consolidación fiscal y crecimiento sostenible.
El ministro de Finanzas, Joaquim Miranda Sarmento, señaló que esta meta refleja la “responsabilidad presupuestaria del Ejecutivo” y el esfuerzo por mantener la confianza de los mercados internacionales. El plan incluye mantener un superávit primario del 1,5 % del PIB y contener el gasto público sin comprometer las políticas sociales.
Portugal ha logrado reducir de forma constante su deuda desde el pico del 134 % alcanzado en 2020, durante la pandemia. La mejora del empleo, el aumento de la recaudación fiscal y el crecimiento del turismo han contribuido a fortalecer la economía nacional.
Con esta proyección, Portugal busca consolidar su posición como uno de los países más estables financieramente del sur de Europa, en contraste con los años de crisis que marcaron la última década.