La Cámara gallega acogió este lunes la toma de posesión de los tres nuevos integrantes del Consello de Contas de Galicia: Luciano Fariña Busto, Antonio López Díaz y Pedro Puy Fraga. Durante su intervención, como representante de los conselleiros investidos, Antonio López expresó su deseo de contar con "todo o apoio institucional" del Parlamento de Galicia así como con la "colaboración" y la "lealdade institucional" de las entidades fiscalizadas y de sus gestores responsables. ¿El objetivo? Alcanzar una mejora en la gestión de los fondos públicos, con una asignación "máis equitativa", según establece la Constitución española. "Só coa colaboración de todos afondaremos e melloraremos as nosas institiucións e o noso autogoberno", puntualizó y añadió que, a través de la misma, los ciudadanos gallegos se sentirán "máis libres e comprometidos" con el gasto público y con los órganos que los representan. "Faremos máis país", concluyó. En el acto oficial estuvieron presentes la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino y algunos miembros del Ejecutivo autonómico como el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño; el vicepresidente da Igualdade e do Benestar, Anxo Quintana; el conselleiro de Presidencia, José Luis Méndez Romeu; la titular de Política Territorial, María José Caride; y la conselleira de Sanidade, María José Rubio. No faltó un nutrido grupo de representantes de los tres grupos parlamentarios que conforman la Cámara, además del Delegado del Gobierno, Manuel Ameijeiras y el recién investido Valedor do Pobo, Benigno López. Después de jurar el cargo, Antonio López empezó su discurso agradeciendo, a título personal, la oportunidad "maior, por ser inmerecida" que le brinda el Parlamento gallego. "Espero ser fiel aos sentimentos das persoas que represento e aos meus propios", aseguró y se mostró especialmente feliz en la medida en que las tres propuestas contaron con el apoyo de PP, PSOE y BNG. "Foi un proceso longo", reconoció pero añadió que el consenso alcanzado con el apoyo unánime del Parlamento "é un aval de moito valor diante da tarefa que nos agarda". "Tanto quen renova o seu cargo -Luciano Fariña- como os que chegamos por primeira vez somos conscientes da responsabilidade que asumimos", explicó López Díaz y prometió ejercer su función "con plena independencia" y sometimiento a la legislación vigente. En la línea, se refirió a las funciones del Consello de Contas, que depende directamente de la Cámara gallega y se integra en el reparto competencial proyectado sobre los priesupuestos. "Todos os que contribuimos ao sostemento do gasto público temos dereito a coñecer e a aprobar ou reprobar a xestión do público feitas polos nosos dirixentes políticos", señalo y puntualizó que la obligación de rendir cuentas forma parate de un "contido esencial" en el mandato de los gobernates. Así, indicó que en la tarea de control que le corresponde a la institución autonómico se ha evolucionado "moito", pasando de un control "puramente formal" y "de legalidade" hacia controles de "eficiencia, eficacia e economía" en la gestión del gasto público. A su juicio, hoy en día se vive una "clara tendenza" hacia las técnicas de gestión por objetivos que, respetando siempre el principio de la legalidad en la autorización del gasto público, preste más atención al "para que se gasta" y menos "q quen gasta e en que o fai", cuestiones que, desde su punto de vista, resultan "puramente instrumentais". Por este motivo, advirtió que será necesario atender especialmente a los resultados medidos "obxectivamente" a través de "indicadores rigorosos". Según anticipó, los juicios realizados relacionado "obxectivos" y "medios utilizados, además de prestar atención a lo que constituye la "finalidade última" del gasto público -"a satisfacción das necesidades desta natureza- será "moito máis intelixible" para los ciudadanos. En su discurso, Antonio López no olvidó referirse a los méritos de sus predecesores, entre los que se encuentra el reelegido Luciano Fariña -Conselleiro Maior desde junio de 2000 hasta la actualidad-. "Para os que seguen na instiución agradecemento e ánimos renovados", concluyó. "Nova ética pública" Tras la intervención del nuevo conselleiro, Dolores Villarino tomó la palabra para afirmar que los ciudadanos gallegos -críticos y bien informados- demandan "unha nova ética pública", exigiendo de sus representantes y de las instituciones que prestan servicios públicos la "racionalidade" en el gasto, la "transparencia" en los procedimientos y, sobre todo, la "eficacia". Por este motivo, advirtió que el Consello de Contas "enriquece" el sistema democrático al ser capaz de impulsar la transparencia administrativa, de hacer efectiva la participación e intervención de la sociedad en los asuntos públicos y de poner en evidencia los "comportamentos irregulares" de las entidades gestoras. En este contexto, agradeció a los conselleiros salientes el trabajo desarrollado a lo largo de estos años y felicitó a los entrantes asegurando ser sabedora de que "darán o mellor de si mesmos" para trabajar "sen descanso" por el avance y modernización de Galicia, coadjuntando su criterio a la consecución de una mayor "racionalidade, transparencia e eficacia da aministración pública". Asimismo, hizo referencia a la creación de este órgano en el año 1991, lo que desde su punto de vista ha permitido "completar" el mapa de las instituciones de autogobierno y dotar de "autonomía" a Galicia, para el control y fiscalización de las cuentas de su sector público. "Grazas ao bo facer das persoas que formaron parte deste órgano ao longo destes 16 anos podemos dicir que o Consello de Contas de Galicia está plenamente integrado na vida institucional galega", puntualizó. El himno gallego y la foto de familia clausuraron el acto de toma de posesión, al igual que ocurrió la semana pasada en la investidura de Benigno López como Valedor do Pobo.