04-09-2007
La reconstrucción de las circunstancias que provocaron la muerte de un joven y la intoxicación grave de su compañera, ambos de 19 años de edad, por inhalación de monóxido de carbono en un motel de Lugo, permitió a la Policía Científica comprobar como se filtró el gas letal a través de la puerta que separaba el garaje donde dejaron encendido su propio coche de la habitación en la que se encontraban el domingo de madrugada.
La Brigada de la Policía Científica de Lugo se desplazó hasta el lugar de los hechos, la habitación número 23 del motel Montecarlo, ubicado a las afueras de Lugo ?en la carretera de Santiago (N-540)-, para reproducir con exactitud las circunstancias que le provocaron la muerte al joven Bruno Modia. Durante varias horas, mantuvieron encendido el propio coche de la víctima en el garaje contiguo a la habitación.
Posteriormente, comprobaron que los gases emitidos por el motor del vehículo se filtraron por la puerta intermedia y que, transcurrido un tiempo, el nivel de concentración de monóxido de carbono era "comprometido", según fuentes policiales.
Los resultados de esta prueba se unirán ahora, según esos mismos informadores, a los de la autopsia que le fue practicada al cuerpo del joven, para esclarecer definitivamente las causas de esta tragedia. En cualquier caso, fuentes policiales confirmaron a AGN que los responsables de la investigación descartaron ya la participación de terceras personas en este suceso, al tiempo que pierde peso la hipótesis relacionada con un posible suicidio. Los agentes que se ocupan del caso apuntan a un accidente fortuito como causa de la muerte del joven y del envenenamiento de su compañera.
Los restos mortales de Bruno Modia fueron trasladados a las cuatro de la tarde del tanatorio a la iglesia de San Antonio de Padua, para recibir sepultura más tarde en el cementerio de San Froilán (Lugo). Su joven pareja continúa ingresada en la U.C.I del Hospital Xeral y "evoluciona favorablemente dentro de la gravedad", según fuentes del centro sanitario.
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