Política Territorial reabrió al tráfico la salida del Corredor do Morrazo (CG-4.1), en Cangas (Pontevedra), después de que se cerrase al tráfico el pasado jueves por el riesgo de desprendimiento de una roca de aproximadamente 300 toneladas. En un principio, los técnicos de Política Territorial calcularon que el peso estimado de la roca -situada en un talud de la vía- era de entre 50 y 60 toneladas. Pero una vez iniciadas las operaciones para cortarla y retirarla "verificouse que as súas dimensións e dureza son superiores", asegura el mismo comunicado. Según reconoce la consellería, se decidió cortar la salida al centro de Cangas ya que la roca "ameazaba con desprenderse poñendo en perigo a seguridade dos usuarios", lo que obliga a los conductores a utilizar los enlaces anteriores o posteriores. Pese a esta apertura, los operarios seguirán trabajando durante unos días en este punto para instalar en el talud una malla que evite desprendimientos, así como para reparar y alargar el muro de contención que existe en la parte baja del mismo. Dos carreteras cortadas Por otra parte, según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) la PO-400 continúa cortada al tráfico, a la altura del término municipal de Creciente (Pontevedra) debido a las obras que se están ejecutando como consecuencia de despredimientos en la calzada. De hecho, con esta calzada son dos las carreteras de la provincia de Pontevedra que se encuentran cerradas a la circulación, de manera que hay que sumar la vía de O Salnés, desde el kilómetro 7.3 hasta el 17.5.