El debate y la polémica entre Pablo Iglesias y Errejón acerca del estilo comunicativo de la formación morada han saltado a los medios y a las redes sociales. Existen razones relevantes que explican el fracaso electoral de Podemos en las últimas elecciones celebradas. No se trata tanto del estilo duro o no que se utilice en las campañas con los mensajes que se transmiten. Considero que es más decisivo e influyen más las propuestas políticas en sí mismas.
Me parece que el tono de Errejón es el más acertado para que este partido pueda conseguir la confianza de un sector importante de la población española que tiene temor a sobresaltos sociales y políticos. Y la forma de decir las cosas también influye en la captación de las nuevas formas de hacer política que se quieren poner en marcha.
El que Podemos sea diferente y convenza a más ciudadanos depende de la profundidad de sus propuestas sociales y económicas y también deunas pormenorizadas y coherentes explicaciones de su programa. De tal forma que lo que digan sea creíble y esté contrastado suficientemente con datos irrefutables que garanticen, con el mayor nivel de detalle y precisión, que las medidas que deben ser puestas en práctica son realizables, realistas y financiables. Y esto es necesario que sea explicado con la máxima claridad para convencer y persuadir.
Que nuestro país se convierta en una especie de reino de taifas con desorden y descontrol no creo que sea lo más adecuado, si se piensa en el multiculturalismo, el interculturalismo y la globalización del conocimiento y de la economía. Las naciones muy pequeñas no tienen viabilidad y debilitan a los otros territorios que comparten una misma lengua y unas costumbres y estilos de vida similares.
La pérdida de un millón de votos de Podemos en junio fue debida a cuatro razones. La primera es que la campaña, los actos y especialmente las entrevistas deben ser mejor preparadas. Unido a esto parece que el programa debe exponerse de modo más riguroso, ya que no es similar a un catálogo comercial.
La segunda de las razones, a mi juicio, es que el pacto con Izquierda Unida no convenció a muchos ciudadanos, puesto que parecía que Podemos se había orientado hacia la socialdemocracia en algunos aspectos. Algo que no gustó a una parte de los votantes de la formación de Garzón.
El tercer motivo o razón fue, sin duda, la cuestión del Brexit que estalló a sólo 48 horas de ir a las urnas. Algo que causó incertidumbre ante el futuro y una cierta perplejidad al salir el Reino Unido de la Unión Europea. Respecto a la cuarta causa o razón se puede pensar en el referéndum de Cataluña apoyado por Podemos y que es motivo para que una considerable cantidad de votantes se nieguen en redondo a dar sus votos a esta formación política.
Se pueden buscar más causas, pero con las explicadas creo que ya es suficiente para saber que, al menos, una parte de los ciudadanos analiza estas cuestiones antes de votar.
José Manuel López García