En 1940 ya se describe un proceso doloroso que afecta a los músculos llamándolo, síndrome fibrositico. Se van sucediendo distintos estudios clínicos e intentando encontrar el origen de la enfermedad, y debido a ello en los años 80 se la cataloga como “síndrome de mononucleosis crónica”, las siguientes investigaciones por los años 87, 88 aparecen una serie de cuadros que son catalogados como fibromialgia o síndrome de fatiga crónica; en 1989 la OMS, la considera como enfermedad, como desconocida y que se desencadena por causas multifactoriales. Entre ellas se destacan infecciones bacterianas, trauma psíquico o físico y cualquier otra enfermedad que limita la calidad de vida del enfermo, hasta índices totalmente incapacitantes.
En 2005 se demostró que el 90% de los afectados eran mujeres y que el 77,3% de los enfermos de fibromialgia no respondían a los tratamientos, además de que eran portadores de la variante de un gen que está situado en el cromosoma 22 y que ya era conocido en otras enfermedades relacionadas con el dolor. Este descubrimiento permitía detectar el riesgo de una persona a padecer fibromialgia y no responder a la terapia. De hecho existen entre 5 y 10 genes más implicados en esta enfermedad, que aún no se han estudiado, con lo cual en un futuro, quiere decir que el tratamiento farmacológico deberá ser diseñado y adaptado a cada paciente según su genética.
El primer síntoma es el dolor generalizado en todo el cuerpo, la ubicación es musculo-esquelético con puntos de tensión, hasta ahora 18, que se caracterizan por más dolorosos que el resto del cuerpo, y el dolor está presente en el 100% de los casos. Con toda esta escueta descripción de las investigaciones a lo largo de los años, se puede comprobar que existen enfermos de fibromialgia que incluso fueron jubilados a edad temprana por depresión, puesto que no se creía en esta enfermedad, se les jubilaron con un 55% por ciento y con permiso para trabajar en otra cosa que pudieran realizar, sin pararse a pensar que esta enfermedad va a más y no hay nada que la detenga ni tan siquiera fármacos eficientes para su dolencia, pero lo más indignante es que para poder obtener el 100% de la jubilación por fibromialgia, se tiene que recurrir a un experto abogado para ir a juicio con el INS, y así. Todo después de gastarse 7 u 8000 € con el letrado, no hay ninguna seguridad de que se reconozca una jubilación al 100% por esta enfermedad, contando que se tenga ese dinero para el juicio, que no todo el mundo puede disponer de él. “Es algo que no se desea ni al mayor enemigo”.
A diferencia de Asturias, en Cataluña ya hay sentencia firme de jubilación por fibromialgia con 100 %, también existe otra en Canarias y en Andalucía, que está pasando con Asturias, con una humedad del 90 y 100% de humedad, uno de los mayores enemigos para esta enfermedad, además de tener casi los mejores médicos de España, ¿hasta cuándo se tiene que esperar para que todos podamos ser iguales, sin importar la provincia?
Por favor un poco más de comprensión para todas estas personas que están padeciendo esta enfermedad y que todavía no ven luz al final del túnel, que algunas llevan muchos años conviviendo con el dolor y no ven que les llegue a tiempo una solución, esperemos también que el nuevo gobierno tome apuntes para hacer un poco más de justicia con estos enfermos de FIBROMIALGIA.
Conchi Basilio