La Constitución española afirma la indisoluble unidad nacional del Estado español.
Por tanto, aunque Podemos y el PSOE consideran que lo más adecuado es el reconocimiento de la plurinacionalidad o el federalismo respectivamente habría que cambiar el texto constitucional primero y plasmarlo en la realidad, desde un planteamiento político democrático.
La existencia de nacionalidades en el territorio español es algo admitido por la Carta Magna, pero eso no significa que se admita un Estado federal formado por naciones o estados de un modo similar al de Estados Unidos. La cuestión clave es semántica y de psicología social.
En Norteamérica se vive un sentimiento de estado que trasciende y supera, de forma general, cualquier nacionalismo independentista parecido al catalán.
En lo relativo al plurinacionalismo en la mentalidad colectiva no creo que se entienda que España pueda ser un conjunto de naciones independientes unidas de forma abstracta y general en algunos aspectos nada más.
Es positivo el esfuerzo de las formaciones políticas mencionadas por buscar soluciones al problema del secesionismo catalán, pero la pretensión de hallar vías intermedias no convence a una considerable parte de la ciudadanía, según parece.
Aunque, si la reforma de la Constitución configura el surgimiento de un Estado federal con una reestructuración diferente del modelo autonómico, esto es algo que parece factible, aunque complicado.
Lo que permanece idéntico, tanto en el planteamiento plurinacional como en el federal, es que debe existir un Estado que coordine y dirija a las nacionalidades integrantes con una gran autonomía, que no puede ser absoluta, porque desaparecería el único estado federal constituido. Es una cuestión muy difícil de resolver respecto a la ciudadanía y en relación con la convivencia democrática de todos, especialmente en Cataluña.
Si fuera posible la creación de un estado federal o plurinacional como el ya citado me parecería bien. Pero, el independentismo no lo aceptaría de ninguna forma, aunque la mayor parte de la ciudadanía española lo viera con buenos ojos. Y el enfrentamiento político y social seguiría. Las cosas son así, en mi opinión.
Y no sirve de mucho que se escriban artículos o libros que argumenten extraordinariamente bien las ventajas y beneficios del federalismo o del plurinacionalismo en una sociedad democrática y solidaria. Con lo cual no quiero decir que no sea magnifico que se escriba sobre estas cuestiones respecto al mejor modelo de Estado.
Lo que sucede, a mi juicio, es que no se va a solucionar el gravísimo problema del secesionismo determinadas partes de España, con la reorganización del poder territorial de las nacionalidades y la superación de las comunidades autónomas actualmente existentes con otro modelo federal o plurinacional más justo y que proporcione más igualdad y un real estado de bienestar a todos los ciudadanos.
Considero que la mayor parte de los ciudadanos españoles darían su voto afirmativo a un Estado plurinacional o federal que coordine bajo el nombre de España a las comunidades nacionales existentes, pero los partidarios de la independencia de Cataluña seguirían en la misma actitud de enfrentamiento radical, ya que quieren el establecimiento de un estado absolutamente independiente, sin plurinacionalismo ni federalismo que limiten su poder absoluto como república soberana.
José Manuel López García