El poder y el control en un partido político se aplican a las cuestiones económicas.
El presidente Rajoy aunque no tenga responsabilidad penal y declare ante la Audiencia Nacional en calidad de testigo es, a mi juicio, responsable político y moral del caso Gürtel. Porque como Vicesecretario General del PP estaba obligado a ejercer una labor de vigilancia de las cuentas de su partido o de la gestión económica del mismo, desde un planteamiento político al menos. No hace falta que se pruebe un comportamiento delictivo para que exista responsabilidad política.
Las sospechas de irregularidades en las gestiones de varios ayuntamientos en la Comunidad de Madrid, no fueron convenientemente investigadas, según parece, ya que las directrices que Rajoy dio a Esperanza Aguirre para que buscara soluciones al caso Gürtel no dieron resultado, porque la trama de corrupción siguió y tuvo que intervenir la justicia. Es lo que se desprende de la declaración testifical del señor Rajoy.
En sus contestaciones a las preguntas como testigo en el juicio del caso Gürtel ha dicho que desconocía la existencia de dinero negro para las obras de la sede. Tampoco sabe nada o niega la existencia de los sobresueldos con sobres o de la caja B. Y en lo relativo a los sobres con dinero, ya ha sido reconocido por varios que los recibieron.
Al reiterar que sus responsabilidades eran políticas y no económicas está admitiendo que las cuentas de su partido era, como si no existieran para él, ya que no se informaba de las mismas, al menos, en sus rasgos principales.
Es la primera vez que un Presidente del Gobierno se sienta como testigo en un juicio por una trama de corrupción en la democracia española de las últimas décadas. Nunca antes se había dado esto. Es un dato significativo que es interpretable desde un planteamiento político y moral muy claro.
Hubo comportamientos corruptos en su partido y parece que no se enteró del todo, aunque en la reunión de cinco minutos con Aguirre parece que sí. Que Rajoy diga que nunca cobró sobresueldos es algo positivo, sin duda.
En realidad, lo que se le reprocha desde la opinión pública y desde los partidos de la oposición es que no estuviera al tanto de la trama corrupta y de las irregularidades de su propio partido. Y de que no tomara cartas en el asunto o se ocupara de verdad del mismo.
La justicia busca la verdad a través de declaraciones y de una extensa y profunda investigación que se fundamenta en la obtención de pruebas y datos objetivos, entre otras cosas, en el sumario de instrucción de cada caso.
En unas declaraciones a un medio televisivo Rajoy vino a reconocer que la responsabilidad política la entendía aplicada a los cargos del Gobierno que él preside. Si bien, desde una interpretación más amplia, es racional extenderla a su labor en el partido, en relación con el surgimiento y desarrollo de la trama del caso Gürtel, desde un análisis político y no penal.
La comparecencia testifical de Rajoy hará correr ríos de tinta y no es para menos. Se pueden escribir infinidad de artículos sobre las respuestas que ha dado en la Audiencia Nacional y también sobre los comentarios a sus planteamientos.
Que en un partido democrático exista durante un considerable número de años una red de corrupción política, como es la Gürtel, con la utilización de sobornos para lograr ventajas y beneficios es para tomar medidas.
Y una de ellas, a mi juicio, es la dimisión por responsabilidad política respecto a los ciudadanos españoles y a la democracia. Es lo que está exigiendoPedro Sánchez y en Unidos Podemos mantienen una línea política parecida. En otros países europeos por dignidad política el presidente del Gobierno, ante una situación parecida, creo que dimitiría.
José Manuel López García