En la vida podemos crear y superarnos o pasar sin pena ni gloria.
Estoy convencido de que lo mejor es luchar por los objetivos y los proyectos que cada uno tenga. Aunque se puede pensar que lo más apropiado es vivir con el disfrute sencillo de lo cotidiano sin aspirar a más. Pienso que es un planteamiento equivocado.
No se trata de gozar de la vida únicamente. También estamos en el mundo o la realidad para sacar lo mejor de nosotros mismos. Podemos desarrollar al máximo nuestras capacidades y talentos en lo que nos guste y esto es lo que hace que tengamos una vida plena. Sin miedo a los errores, obstáculos y contratiempos que forman parte del camino de la existencia.
El esfuerzo que puede parecer algo negativo, en realidad, no lo es, ya que nos permite progresar y aprender. Y se puede gozar esforzándose. Los retos y las cosas difíciles son algo estimulante, porque obligan a dar el máximo de nosotros mismos.
Podemos dar de sí mucho más de lo que creemos. Buscar la excelencia y no la perfección absoluta es lo más inteligente, en mi opinión. La brevedad de la vida no debe ser una excusa para vivir dejando de lado lo que queremos ser de verdad.
El conformismo no es lo más adecuado en la vida, si bien existen personas que lo prefieren y no quieren luchar con todas sus fuerzas por lo que quieren lograr. Y es respetable como actitud humana. Aunque no me parezca la más acertada. Por supuesto, la libertad de cada individuo es la que determina sus propósitos, metas y decisiones.
El arte y la actividad artística suelen llenar las aspiraciones de muchas personas. Pero tan arte es la pintura como escribir o componer música y otras muchas clases de expresión artística.
La actividad intelectual de los filósofos también se puede considerar como un arte en cierta manera. Los científicos también pueden realizar sobresalientes creaciones y descubrimientos y superar los problemas en el curso de sus investigaciones. En definitiva, el placer de crear es algo que puede considerarse como casi divino. Y lo saben bien pintores, escultores, músicos, escritores, cineastas, actores, actrices, etcétera.
Porque lo que se crea permanece para siempre ante lo efímero de las existencias individuales. Y esto no es algo despreciable, ya que posee un gran valor. Además, el goce del proceso creativo es muy intenso y ha sido celebrado y descrito en la historia del arte. Puede ser explicado de muchas maneras. Crear algo de la nada es muy gratificante. Las personas que no son creativas no saben lo que se siente, pero las que lo son sí. Lo que está claro es que el proceso creativo no surge de forma automática.
El trabajo de desarrollo de las ideas o de lo que se quiere crear supone un claro esfuerzo que lleva un tiempo. Es algo que no se suele tomar en cuenta socialmente.
El tiempo de creación no suele ser valorado por muchas personas. Lo creado no surge instantáneamente. Y esto es relevante. La inspiración va unida a un periodo de concentración y trabajo que puede ser considerable y que no aparece, de forma explícita, en la obra o creación terminada.
Por ejemplo, escribir artículos no es una tarea menor o una pequeña cosa. En primer lugar, porque si se escriben cientos de artículos pueden ser agrupados o recopilados en varios libros. Con 800 artículos escritos se pueden publicar de 5 a 8 libros, según el tipo de letra y el número de páginas. Y cada artículo de una extensión aproximada de una página y media no se escribe en un minuto. Y a esto es preciso añadir que los artículos de opinión son leídos por numerosos lectores.
José Manuel López García