La revolución de los jubilados ha estallado y con fuerza. Nuestros pensionistas son la generación que con su trabajo, esfuerzo y lucha han levantado nuestro país hacia el bienestar. Los jubilados ya están hartos de callarse y aguantar todos estos años de crisis con incrementos ridículos del 0,25%, además de ayudar a sus hijos e incluso los nietos a poder vivir dentro de lo que les permite su mísera pensión.
Nuestros pensionistas tienen derecho a una prestación digna y a una actualización según el IPC cada año.
De momento, la Seguridad Social genera los ingresos suficientes para realizar las pagas mensuales ordinarias, pero el problema viene cuando llegan las pagas extras. La famosa caja de las pensiones en 2011 llegó a contar con 66.800 millones de euros, era el momento en que la hucha de las pensiones estaba repleta. Pero fue cuando llegó el problema, una caja llena de millones y pasando por una crisis, nuestros políticos vieron en ella de dónde tirar para seguir adelante, sin darse cuenta de que ese dinero no se podía tocar y, si como último recurso no quedaba otra, se tenía que reponer.
Para nuestros pensionistas entre sus principales reivindicaciones está subir la pensión mínima hasta los 1.080 €, estar presentes en las negociaciones del Pacto de Toledo y derogar las últimas reformas del sistema público de pensiones.
Según los cálculos actuales llegara a reducirse su paga de media un 35% en 2050. En los próximos 40 años el peso de los mayores de 65 años en la población total aumentara más de un 70% y el gasto permanecerá. A corto plazo hay dos años importantes, uno es 2019, ya que será cuando se empiece a aplicar el factor de sostenibilidad, que lo que hace es ajustar la pensión inicial en función de la esperanza de vida que tengan los españoles a los 67 años. El segundo es el año 2022 que es cuando se complete el aumento en el número de años para calcular la base de la pensión, que pasará a ser definitivamente de 25 años.
Nuestros pensionistas nos han dado ejemplo de trabajo, combatividad, lucha contra la dictadura, durante la transición dieron ejemplo de tolerancia, en silencio lo aceptaron todo para que sus hijos vivieran en paz el día de mañana, y hoy que se merecen tener una vida digna y tranquila, se tienen que volver a manifestar en las calles para reclamar lo que por ley es suyo y llevan algunos años negándoles.
Todas estas protestas se calmarían, si de verdad se revalorizan las pensiones según el IPC; piden la derogación de la reforma laboral y que se dejen de “rescatar” autopistas, bancos y demás, que lo primero son nuestros mayores.
Hablando de mayores, ya superan más de 300.000 personas mayores dependientes, que muchas de ellas están esperando por la ayuda económica para solventar sus necesidades del día a día, con una espera de más de un año en que les llegue la confirmación de que han aprobado su ayuda; pero también debemos saber que unas 30.000 mueren al mes.
Menos millones para defensa y más para para ayudas sociales. Nuestros pensionistas ya lo han dado todo y nuestros mayores se merecen una vida digna, tranquila y sosegada, ya han cotizado lo suficiente, han trabajado toda una vida y no se merecen las migajas que ofrecen sino todo lo que se les ha negado durante estos últimos años.
Pero no puedo dejar de decir que las personas asalariadas también necesitan una subida todos los años según el IPC y dejen de tener congelados los sueldos, puedo citar un ejemplo que ahora está en el candelero, como es el convenio de los Centros Especiales de Empleo, donde trabajan el 96% de personas con discapacidad, el convenio más bajo y el peor de todos los sectores que existen en España, y este convenio está congelado, si todas las personas con discapacidad que hay en nuestro país se manifiestan, no van a estar solos, con ellos van todas aquellas personas que los cuidan, que les ayudan y que los quieren, entonces se va a formar una muy grande.
Si la crisis según el gobierno se terminó y llevamos 3 años de superávit, a que están esperando para poner al día los salarios y pensiones de los españoles, la población en general está agotando la paciencia, tomen nota de todo los políticos y recorten sus sueldos y toda la parafernalia de dinero innecesario que se están gastando a costa de los trabajadores que son los que de verdad pagan los impuestos. “BASTA YA”
Conchi Basilio