La filosofía sirve para pensar que vida queremos construir. Y también para vivir mejor. Lo podemos pensar todo. En este sentido el libro del profesor Eduardo Infante titulado Filosofía en la calle es un libro útil para pensar y debatir sobre multitud de cuestiones.
Al igual que Sócrates dialogaba con sus conciudadanos en Atenas hace más de 2.000 años también actualmente se pueden replantear infinidad de asuntos de la realidad de hoy. Infante explica que en cada capítulo de su libro se plantea una pregunta y se brindan algunas de las respuestas de la filosofía a los problemas vitales.
Es un enfoque muy adecuado para profundizar en los entresijos de las cuestiones filosóficas, porque pone de manifiesto que existe una gran diversidad de respuestas posibles ante los retos que la vida plantea a los seres humanos.
De este modo, se observa que el saber filosófico no es simplemente un conjunto de sistemas de pensamiento muy elaborados y complejos. Es mucho más que eso. En la Antigüedad se practicaba la filosofía para luchar contra la infelicidad. Por tanto, era un ejercicio de reflexión que era especialmente conveniente y útil para todos.
Es cierto que las redes sociales también pueden impulsar la práctica del arte de pensar y buscar soluciones a los múltiples problemas con los que vivimos en el siglo XXI.
Los textos aparentemente ininteligibles de la Filosofía de los pensadores más complicados por su lenguaje muy técnico y académico o profesoral, en realidad, son entendibles con explicaciones muy detalladas, precisas y amplias. El problema es la organización más eficaz y eficiente del tiempo. Algo que se puede lograr con orden y una adecuada organización de los contenidos más importantes.
La filosofía está integrada en la misma realidad. No es algo aparte. Otra cuestión diferente es que existen distintos tipos de filosofía. Filosofía para niños, filosofía académica, popular, cotidiana, etcétera. Pero lo que todos tienen en común es su interés por entender lo que sucede y las causas y propósitos de todo. Entre otras cosas.
Según la filósofa Elizabeth Ascombe que falleció en el año 2001 mentir no siempre está mal. Aunque está de acuerdo en que lo mejor, de modo muy general, es decir la verdad. En cambio Kant con su ética formal y deontológica está plenamente seguro de la aplicación del imperativo categórico que es obligada y sin excepciones pase lo que pase. El deber moral no tiene en cuenta las consecuencias de los actos. De otra manera, no habría normas morales universales y las personas no podrían confiar en sus conductas. Sería la lucha o la guerra de todos contra todos, al no existir los deberes.
La ética es una parte de la filosofía que nos ayuda a vivir de mejor forma. Por ejemplo, según Stuart Mill, que es uno de los creadores del utilitarismo es indudable que es más importante la calidad de los placeres que la cantidad.
Las anécdotas que se cuentan también en relación con la vida de filósofos y teólogos son una fuente de instrucción y de reflexión. En el caso de Tomás de Aquino parece que sufrió durante un tiempo acoso y sus compañeros de clase le pusieron como mote Buey mudo. Pero Alberto Magno un día en clase encontró unos papeles en el suelo y al leerlos quedó asombrado. Eran de Tomás. Y dijo que los sabios mugidos de este buey se escucharán por todo el mundo.
Cierto, porque las 20.000 páginas de alta teología y filosofía que escribió Tomás de Aquino conforman una obra teológica y filosófica genial. Y su labor como profesor de la Universidad de París y de otros grandes centros del saber de su época formó a muchos estudiantes y conformó también una etapa muy importante de la cultura occidental.
Para Maquiavelo el hombre es malo por naturaleza. Está convencido el sabio y diplomático florentino de lo que dice. Según este pensador la naturaleza humana es perversa de modo general. Caracterizando a la especie humana llega a decir que los seres humanos, aunque no todos, son ingratos, volubles, falsos, cobardes y codiciosos.
En relación con la cuestión de la maldad en el campo de la política escribe Infante lo siguiente: «Quizá los ya innumerables casos de corrupción son tan sólo un reflejo de nuestra falta de decencia generalizada». Estoy convencido de que la educación en valores éticos es una de las vías para que la sociedad sea mejor. Ver video
José Manuel López García