María del Socorro Tellado López, 1927-2009, se considera una de las escritoras más prolíficas del mundo, y también, después de Cervantes el más leído en español, según la UNESCO.

Andrés Amorós, Cabrera Infante, Vargas Llosa siempre han alabado la literatura de Corín Tellado. Debemos reconocer que en miles de novelas y relatos, intervienen miles de personajes. Cada uno con sus características y sus valores y sus desvirtudes.

Dentro de las elites culturales, por lo general, la novela popular es más valorada. No es mi caso, cada uno, como escritor y observador, hace lo que puede y dónde quiere. Cierto es que este estilo de narración está muy lejano a mi modo hacer y pensar la literatura, o mejor dicho, intentando entrar y ocupar un pequeño lugar en el mundo de la cultura. Pero eso, no quiere indicar que no valore su enorme tesón, la gran voluntad, y el sacrificio y también el placer, de según mis noticias, empezar a las cinco de la mañana a escribir, y cada día realizar veinte o treinta o cuarenta hojas.

El ser humano, en su libertad y en su voluntad, lee y escribe lo que cree conveniente, el mundo industrial cultural, edita y publica, lo que le proporciona fama o dineritos. Y, el público lector al ir a una librería, entre los cientos de productos, escoge lo que le parece más correcto.

Es triste, que haber tenido bajo el techo de la Península, una de las escritoras más prolíficas del mundo, y que valoremos tampoco el trabajo realizado por una persona, en este caso de esta escritora, que durante décadas destornilló máquinas de escribir, se indica, que cada dos años necesitaba comprar otra.

Ahora que ya ha pasado la decena de años de su fallecimiento bueno y lógico y racional, se esté de acuerdo con este modo de literatura o no, valorar lo que hemos tenido, que según la UNESCO sea la autora más leída en español después de Cervantes, no es una cosa sin valor.

La impronta e importancia psicológica, dentro de las personas lectoras que haya tenido, sus novelas, no soy yo, capaz de valorar, ni menos de evaluar. Pero espero, que haya sido en general positivo, porque también dar esperanza y, el tema del amor, es diríamos un tema universal. Todo ser humano necesita amar y desea ser amado, indica el cristianismo, y la definición del Buen Dios, según dicho movimiento, es el del Amor que Ama infinitamente. Y, si estamos hechos a su imagen y semejanza, como esa tradición judeocristiana indica, es lógico que esa realidad-entidad antropológica y psicológica y metafísica esté dentro de nosotros, profunda y esencialmente.

Debemos indicar, que algunos autores, ya en sus últimos tiempos, cuándo la enfermedad les atraviesa, o incluso después del tránsito, pasan por el purgatorio de los literatos, es decir, a mí me gusta más el desierto. Dicho de otro modo, no citaré nombres, autores, que igual que Corín llevan una decena de años de su fallecimiento, las editoriales, no reeditan sus obras, salvo alguna excepción de alguna obra, no es el caso de nuestra autora, que estamos aquí comentando y, de alguna manera, intentando que sus palabras, no se olviden. 

Pienso que entre tantas miles de páginas escritas, tantos millones de palabras tecleadas, existirán unas docenas de miles, que tengan un valor importante, para generaciones futuras. De todas formas, tantos que se rasgan las vestiduras, no son conscientes o no quieren serlo, de que el cine, que es un modo de literatura, en cierto sentido, cada noche, las dos docenas de cadenas que existen en este terruño. La mayoría de sus productos son demasiados débiles, en conocimientos, conceptuales y formales y estéticos…

No puedo engañarme, ni engañar al hipotético lector o lectora, que pueda haber caído sus ojos, y momentáneamente, su cerebro por leer estas frases, que la literatura que yo defiendo, es diríamos, más de vanguardia en lo formal, y en su contenido, un abanico enorme de significados y significantes, contenidos y continentes. Pero eso mismo, no me olvido, que en la Naturaleza, existen millones de especies diversas, y a lo largo de la historia de la vida en este planeta, hablan de cientos, o de miles de millones existentes y muchas desaparecidas. 

Por lo cual, también en los escritores y personas de la creación cultural, deben existir de todas las especies. Siempre he indicado, que al menos, estas personas que leen de forma rutinaria la novela rosa u otros denominados, subgéneros, sea las de Corín, sea la de otras autores o autoras, también, deberían acercarse a los Premios Nobel de Literatura, a los cien grandes autores de todos los tiempos y culturas. 

Pero también es verdad, que quizás, es mejor entrar en la interpretación del mundo, con este tipo de novelas, que también llevarán otros significados colaterales positivos, que no hacerlo nunca, porque al final, tendrán también contenidos significativos, y hasta dónde sé, también proporcionan, felicidad, alegría, esperanza, cosas de las que tanto necesitamos en estas semanas aciagas del bichito que no tiene vida autónoma. Que un producto cultural haya tenido tanto público, a lo largo de varias generaciones, muestra y demuestra, que llega al corazón y a la carne del ser humano, posiblemente también a algo del alma.

No todo el mundo es inculto, no todo el mundo es tan superficial, como muchos lo creen, porque entre docenas o cientos de miles de lectores que esta autora, ha tenido a lo largo de las generaciones habrá personas de todos los estratos sociales y culturales y económicos, y que hayan pasado por distintas situaciones vivenciales y existenciales. Quién sabe si alguna de estas novelas, leída en la espera de algún hospital, ha servido para tener esperanza y seguir con el peso de la vida, o para continuar con una amor, que se ha corregido, o... 

No debemos olvidar que Corín, también escribió con seudónimos novelas sociales, que quizás no se han valorado lo suficiente. Y que nos dan otra perspectiva sobre la profundidad de esta escritora, además de relatos juveniles, artículos, etc. ¡Aquí, mi pequeño homenaje, y también, como todos los escritores, casi anónimos e inéditos, bien nos gustaría, a mí también, que al menos, me publicasen unos cientos de libros, y tener un mínimo de público, y vivir de ello o medio vivir!

jmm caminero