Estamos en un momento de verdadero atropello, por mal llamarlo de alguna forma, en cuanto a las personas mayores y también de los que por problemas de cualquier otro tipo, como económico, no tienen acceso ninguno a realizar telemáticamente los procesos que les piden, en los diversos organismos, con lo cual no pueden acceder ni a las ayudas, ni a nada, porque están dentro de esa brecha digital donde no se admite nada personalizado como antes.
Como flagrante caso tenemos a los bancos, que cada vez cierran más sucursales, menos personal, tienen que sacar el mismo trabajo que antes, porque tienen que seguir ganando cada año más millones que el anterior, por ello no se pueden parar para atender personalmente a nadie, que no sabe realizar una cuestión que para ellos tiene que ser telemática, sin darse cuenta que cuando ellos lleguen a la edad que tienen nuestros mayores, con el avance tan rápido de todo, van a estar mucho peor, entonces se darán cuenta de lo que significa “soy mayor, pero no idiota”, como bien dijo el señor que sacaron en la televisión y que se hizo viral.
Por otro lado, también tenemos errores tan sangrantes, como quien roba para comer o acumula multas de tráfico y lo meten en la cárcel, mientras otros, por no dar nombres, que todos sabemos que, “don dinero es poderoso caballero”, se van de rositas y no cumplen condena ninguna, simplemente con pagar una multa, del dinero que sea, resuelto, como por ejemplo, los jugadores de futbol, que llegan a arreglos, políticos etc.
Familias que se lucraron de millones, cobrando comisiones y no les hacen nada, siguen viviendo su vida como uno más de esta nuestra sociedad, están imputados, pero el caso no avanza, ¿¿porque será??
Personas que van a un organismo oficial, si no tienen cita por internet, no les atienden y el robot que está a la entrada, se limita a darle un papelito y que llame a los números que pone en él, lo cual se puede estar una mañana entera llamando, porque es otro robot automático, con el que no se aclara, que no puede resolver el problema, porque este señor necesita que le escuchen, pero una persona y que le ayude a resolver su problema y así en todos los sitios.
Pero ahora llegamos a la sanidad pública, donde se cometen errores, algunas veces, demenciales, como ejemplo, si tienes un nombre y apellidos de lo más común en este país, das una patada y salen en ese momento como mínimo entre cinco o diez, a las puertas de un quirófano, ¿te preguntan qué pierna es? y tú alucinada, respondes, las piernas las tengo perfectas, les dices que miren tu DNI y se dan cuenta que no eres tú, es otra señora con el mismo nombre y los mismos apellidos, que, si tu no llegas a estar consciente en ese momento, te quedas con problemas en una pierna, sin saber la causa.
Otras veces te encuentras que tienes familia numerosa cuando solo has tenido un hijo y podríamos seguir, pero es algo inútil, porque son errores que te pueden trastornar la vida y no puedes hacer nada, porque se tapan unos a otros y no te dicen quien cometió el error.
La sociedad en general se está volviendo deshumanizada totalmente, solo impera el egoísmo y la avaricia y sálvese quien pueda, además de perder los auténticos valores, como la educación, el respeto, la amabilidad, la comprensión y sobre todo el pensar un poco en los demás y si es preciso ayudar a quien no puede, pero todo eso se ha perdido por completo.
Es una guerra continua con todo y lo peor es que cuanto mejor persona eres y más aportas a los demás, aún es poco, siempre hay alguna cosa que te puedan recriminar, de verdad no es ni medio justo, lo que sucede en la sociedad en la que estamos viviendo
Conchi Basilio