SANTIAGO DE COMPOSTELA | La macroencuesta realizada por la Xunta sobre la percepción de la
sociedad gallega sobre la violencia de género concluye que el 80% de las
personas consultadas lo considera un problema social que compromete a
todo el mundo, lo que supone que Galicia está cada vez más concienciada
con esta lacra. En 2012, cuando se realizó la última encuesta en este
ámbito, un 70,4% consideraba que la violencia de género era una
problemática social, un 10% menos que ahora. Así, la conselleira de
Empleo e Igualdad, María Jesús Lorenzana, que presentó el documento hoy
en Santiago de Compostela, puso en valor este dato y destacó que la
mejor política para continuar combatiendo esta lacra es la prevención,
la concienciación y la sensibilización que, segundo muestra el informe,
está dando resultados.
Lorenzana incidió en que la Administración
autonómica seguirá poniendo el acento en medidas dirigidas a toda la
sociedad para desmontar roles, ideas y estereotipos que siguen
arraigados en el ámbito de la violencia machista. “Las mujeres que
sufren este tipo de violencia en Galicia deben saber que no están solas,
que existen recursos públicos y una red de profesionales que pueden
ayudarlas a encontrar una salida”, añadió. La macroenquisa se
encuadra en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que
incluye entre sus ejes de actuación a necesidad de mejorar el
conocimiento acerca de este problema como instrumento indispensable para
su lucha. Evalúa tres ámbitos: la violencia de género, la violencia
sexual como forma de violencia de género y la violencia de género
durante el período de confinamiento.
Violencia de género
La
medida que la edad disminuye, la violencia de género se percibe, según
el estudio, en mayor proporción como un problema social que compromete a
toda la sociedad. Así lo manifiestan el 97,4% de las personas
encuestadas entre 18 y 29 años. Por otra parte, los delitos vinculados a
la violencia de género y que se consideran de mayor gravedad, segundo
manifiestan las personas encuestadas, son: lo acoso sexual en el
trabajo, la agresión a una mujer dentro de la pareja y la violación.
Otro dato que, según la conselleira, hace reflexionar es que el 20%
considera actos leves revisar el móvil de la pareja, pedirle que cambie
su atuendo o ponerle atrancos para que pase el tiempo con su amistades.
Además, la ciudadanía considera en un 88,3% que la violencia de
género puede erradicarse: en un 56,9% que es evitable mediante un cambio
global de valores y en un 31,4% que se puede combatir mediante una
mejor protección y prevención. Para las personas encuestadas, los
principales factores que motivan la violencia de género son los mismos
que se consideraron en 2012: problemas psicológicos o mentales de los
agresores (88%), el machismo y el *sexismo (87%) y el abuso del alcohol o
consumo de drogas por parte del agresor (86,9%). Estos resultados, a
juicio de Lorenzana, indican la necesidad de continuar reforzando las
medidas de concienciación para desmontar estereotipos y falsas creencias
en torno a los agresores. Otras conclusiones del informe señalan
que un 85,2% de la población (cinco de cada seis personas) denunciaría
un caso de violencia de género se lo había conocido, un dato que mejora a
lo largo de los años. En la encuesta de 2005 el porcentaje fue del
76,5% y en la de 2012 del 81,7%.
En cuanto a las iniciativas
encaminadas a la protección de las víctimas, el 93% de la ciudadanía
considera que la principal medida es, desde la perspectiva
institucional, que se incrementen los recursos y el 92,5% que los jueces
y juezas tengan una mayor formación y concienciación. Desde la
perspectiva civil y social consideran fundamental, para lo 98,8%, que
las familias eduquen en igualdad. Por otra parte, los recursos de la
Xunta son valorados con “una alta utilidad”, en concreto, los programas
de apoyo psicológico, los centros de acogida, el apoyo a la inserción
laboral y los programas específicos para víctimas de violencia sexual,
así como las ayudas económicas.
Violencia sexual
El
segundo de los bloques del estudio se centra en la violencia sexual que
desde la aprobación en el 2007 de la Ley gallega para la prevención y
tratamiento de la violencia de género se reconoce cómo una forma de
violencia de género. El 80% de los encuestados consideran que el origen
de la violencia sexual se encuentra en el machismo, en problemas
psicológicos o mentales, la falta de autocontrol y el abuso de alcohol
y/o drogas. También destacan como motivos la educación sexual deficiente
entre la juventud (78,4%) y el aumento en el consumo de pornografía
(67,1%). Los hombres tienden a identificar en mayor proporción problemas
relacionados con la personalidad del agresor y las mujeres creen en
mayor medida que una de las razones principales de este tipo de
violencia es el machismo. El último de los bloques de la encuesta se refiere a la violencia
durante el confinamiento originado por la covid-19. El 65,5% considera
que se incrementó y entre los factores que pudieron contribuir a su
aumento destacan la convivencia con el agresor 24 horas o el aislamiento
que pudo dificultar a la víctima pedir ayuda.
Metodología
La
encuesta, que supone a continuación de la labor hecha por la Xunta en
los años 2005 y 2012, se realizó en julio de forma telefónica a 3.874
personas residentes en Galicia de 18 o más años de edad (55,7% mujeres y
el 44,3% hombres). Un 58.4% de los encuestados residen en el rural y el
41,6% restante en áreas urbanas. Este estudio sirve de base para
conocer la evolución histórica de las opiniones y actitudes de la
población gallega sobre esta *lacra social.
Lorenzana concluyó su
intervención haciendo referencia a que esta encuesta sienta las bases
“para seguir avanzando en el buen camino”. Los datos reflejan que los
servicios, recursos y campañas de concienciación que la Xunta de Galicia
lleva años realizando están causando sus efectos en la población
gallega. Pero también señaló que esta encuesta constituye “un
instrumento muy útil para trabajar con campañas cada vez más dirigidas a
los elementos que la sociedad precisa”.
“Hay que luchar por la
inserción laboral de las víctimas de violencia. Parte de la población
entiende que la causa de la violencia es que las víctimas no pueden
salir del entorno donde se encuentran por falta de recursos económicos.
Debemos apostar por la inserción laboral y la formación para el empleo”,
finalizó.