La escuela de negocios Esade pronostica un año "muy difícil" para el
pequeño comercio, sobre todo para los que no se hayan adaptado al mundo
digital, y ve la campaña de Navidad "negra", por lo que ha instado al
Gobierno a "atender" aquellas medidas económicas que sean capaces de
contener la sangría en el tejido empresarial. Así lo aseguran los profesores de Economía Pedro Aznar y Pedro Rey,
quienes han alertado del "altísimo nivel de incertidumbre" que planea
sobre las finanzas del país y cuyo futuro estará condicionado por las
restricciones que se impongan para contener la pandemia de coronavirus.
A pesar de la euforia en los mercados por el anuncio de Pfizer de que su
vacuna tiene una efectividad del 90 %, los expertos advierten de que
los efectos sobre el consumo no se verán hasta, por lo menos, el segundo
trimestre de 2021, de forma que "es muy importante" hasta entonces
"atender" aquellas medidas económicas que sean capaces de contener la
sangría en el tejido empresarial, insisten. Aznar recuerda que las más efectivas son las que han parado la
"hemorragia" del mercado laboral y el mundo empresarial, como la
moratoria de impuestos o las inyecciones de capital, mientras que los
créditos avalados por el ICO "generan deuda al pequeño empresario en un
contexto de incertidumbre".
Agrega, en este sentido, que el sector bancario, que actualmente tiene
"menos capacidad de generar negocios rentables", es "muy sensible a los
incrementos de morosidad", lo que podría incrementar debido a la
"desigualdad social" que está ampliando la crisis derivada de la
pandemia. No obstante, también revela que en España los indicadores demuestran que
cuando se recupera algo de "normalidad", la economía crece a "cierta
velocidad" por la capacidad de consumo, favorecida por las altas tasas
de ahorro de las familias, que se encuentran en máximos históricos.
"Cuando las circunstancias lo permiten, hay tendencia a gastar, lo que
confirma que en 2021 puede haber cierto crecimiento económico", afirma
Aznar.
Por su parte, Rey opina que la jornada de descuentos del Black Friday
(Viernes Negro), que se celebra el 27 de noviembre, al igual que la
campaña de Navidad, pueden significar el "golpe de gracia" para muchos
pequeños comercios que en otras circunstancias compiten con grandes
almacenes ofreciendo "asesoramiento y especialización", pero que
difícilmente pueden ajustar los precios en estos momentos. Según explica, esta vez "los clásicos trucos de venta van a ser
difíciles de utilizar" porque habrá una "competencia brutal por vender",
con el consiguiente impacto en los precios que sólo será rentable,
sostiene, para las grandes cadenas que puedan rebajar valores porque
venden grandes volúmenes.
A juicio de Rey, quizá consigan "salvarse" las pequeñas empresas que se
hayan adaptado al comercio online y que, además de tener una página web,
hayan sabido "transformar su negocio para ofrecer los mismos servicios,
asesorías y acompañamiento" que antes: "los que no lo hayan hecho a
tiempo, ahora llegan tarde", apostilla. En cuanto al comportamiento de los consumidores, explica que, pese a la
tendencia a no gastar tanto por el "miedo" al futuro, también se da el
"efecto pintalabios", un fenómeno que lleva a mucha gente a "permitirse
un pequeño lujo" cuando sabe que viene una crisis.
"Con las importantes restricciones al ocio, psicológicamente una de las
pocas cosas que nos distraen es comprar, por eso el comercio online
podría aumentar o mantenerse", añade.
También de cara a este año, los economistas auguran una ligera mejoría
en las compañías tecnológicas y el sector logístico del país, aupado por
las compras en línea pero que, de no estar bien "planificado", podría
suponer un revés para muchos negocios. "La gente compra por impulso en las rebajas, pero a veces no llegan
productos a tiempo y eso impide que el volumen del comercio aumente.
Además, un alto porcentaje de las comparas se devuelven", concluye Rey. EFE