EFE | El déficit consolidado de las Administraciones Públicas, a falta del
dato de las corporaciones locales, se situó en septiembre en 75.417
millones de euros, equivalentes al 6,82 % del PIB, cifra que cuadruplica
la registrada en el mismo periodo de 2019, ha informado el Ministerio
de Hacienda. La tasa es muy superior al 1,58 % del PIB que se registraba un
año antes, ligeramente inferior al 7,07 % del PIB de agosto y todavía
alejado del 11,3 % del PIB previsto por el Gobierno para el conjunto del
año, en un contexto en el que la crisis provocada por la pandemia ha
deteriorado las cuentas públicas.
No obstante, las comunidades autónomas se mantienen en
superávit, 2.597 millones hasta septiembre equivalentes al 0,23 % del
PIB, debido a la financiación procedente del Estado para garantizar su
liquidez frente a la pandemia.
El Estado central está asumiendo el mayor impacto de la crisis
como reflejan los datos más adelantados de esta administración, que
hasta octubre registró un déficit de 57.736 millones, que equivalen al
5,22 % del PIB.
Si se descuenta el gasto en intereses de la deuda, el déficit primario se situó en el 3,54 % del PIB.
Los ingresos del Estado bajaron un 13,5 % hasta octubre, a
148.881 millones, por la caída del 15,5 % de los recursos impositivos,
hasta 123.365 millones.
Los ingresos por IVA disminuyeron un 13,6 %, hasta 53.856
millones, por el menor consumo derivado de la caída de la actividad y
por el impacto de las medidas adoptadas, aunque modera su descenso
respecto a meses precedentes.
La recaudación del IRPF descendió un 22,8 %, hasta 25.585
millones, por las mayores entregas a cuenta y el mayor resultado a favor
de las autonomías de la liquidación definitiva de 2018, a lo que se
suma el parón de la actividad.
Los recursos procedentes del impuesto de sociedades descendieron un 16,3 %, hasta 22.217 millones.
El gasto del Estado creció mas del 16 %, hasta 206.617 millones,
por las mayores transferencias a las comunidades autónomas y a la
Seguridad Social, y el gasto asociado a la COVID-19.
Destaca también el incremento de la inversión en un 47,6 %, que
se explica fundamentalmente por la operación de reversión de las
autopistas de peaje en 2020 (AP4 y AP7) por importe de 1.745 millones
sin incidencia en el déficit.
Todas las autonomías -salvo Navarra, País Vasco, Castilla la
Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia- registraron superávit hasta
septiembre, en tanto que todas -menos Navarra y País Vasco- están en
mejor situación que hace un año.
Los ingresos autonómicos crecieron hasta septiembre un 9 %,
fundamentalmente por el aumento de las entregas a cuenta y de la
liquidación definitiva del sistema de financiación, así como por los
mayores recursos transferidos por el Estado para hacer frente a la
pandemia.
Los gastos autonómicos aumentaron un 4,2 %, tras crecer un 9 %
los consumos intermedios por el mayor gasto sanitario y un 5,5 % la
remuneración de asalariados por la subida retributiva general y por el
impacto de la COVID-19 hasta septiembre.
De acuerdo con la información transmitida por las comunidades a
Hacienda, el impacto derivado de la COVID-19 alcanzó los 5.275 millones,
con las regiones más pobladas a la cabeza: Cataluña (1.026 millones),
Madrid (962 millones), Andalucía (671 millones) y Comunidad Valenciana
(612 millones).
Los fondos de la Seguridad Social multiplicaron hasta septiembre
su déficit casi por tres, hasta 20.873 millones, equivalentes al 1,89 %
del PIB.
El gasto consolidado de los fondos de la Seguridad Social
asociado a la COVID-19 fue de 24.281 millones, lo que representa el 2,2 %
del PIB, y supone un 80,5 % de todo el incremento de gasto registrado
hasta septiembre.