MADRID | La conselleira del Mar, Rosa Quintana, destacó hoy que el recorte
de cuotas de pesca propuesto por Bruselas para el Cantábrico-Noroeste en
el 2021 -que excluye a los caladeros del Gran Sol y Francia a la espera
de las negociaciones sobre el brexit- tendría un impacto potencial de
cerca de 30 millones de euros en el conjunto de la economía gallega. De
esa cifra global, 12,5 millones de euros se corresponderían con la
afectación en la primera venta de productos del mar, lo que supone el
60% de los cerca de 23 millones de euros de afectación potencial que la
propuesta de la Comisión Europea tendría en la flota española que faena
en el caladero Cantábrico-Noroeste.
Además la Xunta de Galicia
advierte de que esta situación afectaría a más de 2.300 tripulantes de
las diferentes flotas con una reducción potencial en sus salarios de más
de 4,6 millones de euros. Estos son los datos que recoge un informe del
Ejecutivo gallego trasladado al Gobierno central de cara a la fijación
de las posibilidades de pesca para el año que viene y que puso de
relieve la titular de Mar en el marco del Consejo Consultivo de Política
Pesquera para Asuntos Comunitarios celebrado en Madrid.
En esta
reunión se perfiló el posicionamiento de España para las negociaciones
de la próxima semana en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE en el
que Galicia representará nuevamente a las comunidades autónomas de la
mano del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este
encuentro es decisivo para la flota pesquera, destacó Rosa Quintana, ya
que en él se negociarán las posibilidades de pesca de 2021, el año en el
que se deberá conseguir o consolidar el Rendimiento Máximo Sostenible
(RMS) en todas las especies conviviendo con el deber de desembarque de
capturas y con el posible impacto del brexit y la pandemia de la
covid-19.
La propuesta de la Comisión Europea que se tomará como punto de
partida para estas negociaciones de los Totales Admisibles de Captura
(TAC) es negativa para España, pues incluye la reducción de las capturas
en el caladero Cantábrico-Noroeste que llegan al 13% en los casos de la
merluza sur y del rape o al 11% en el caso del gallo.
En esta
línea, Rosa Quintana hizo hincapié en la importancia de tener en cuenta
los aspectos socioeconómicos a mayores de los medioambientales a la hora
de fijar las posibilidades de pesca, sobre todo ante la situación
derivada de la alerta sanitaria por el coronavirus. Además Galicia
defiende la necesidad de que haya flexibilidad en la gestión de las
pesqueras, especialmente habida cuenta el buen comportamiento de los
caladeros en los que faenan las flotas española y gallega. Estos
aspectos fueron también expuestos hace unos días por la conselleira del
Mar a la directora general de Asuntos Marítimos y Pesca (DG MARE) de la
Comisión Europea, Charlina Vitcheva
En relación a las especies de
aguas profundas, como el besugo y el sable negro, entre otras, Galicia
defendió una vez más la eliminación de los TAC, pues son poblaciones de
pescados sin actividad dirigida, es decir, suelen ser accesorias de la
actividad pesquera, por lo que son de escasa relevancia de captura y sin
riesgos relativos a su conservación.