EFE | "Del pasado no se reniega, se aprende", dijo
Alberto Núñez Feijóo el pasado viernes. Unas palabras que junto a las
críticas al abandono de la sede del PP han vuelto a disparar los
rumores sobre el futuro político del presidente gallego lejos de la
Xunta cuando este lunes se cumplen doce años de su primera victoria
electoral.
Hablaba el líder del PPdeG en una entrevista en la Cope
acerca del silencio decretado unos días antes por el líder de su
partido, Pablo Casado, sobre los casos de corrupción y bien podría haber
añadido, de haberlo tenido a mano, el famoso aforismo de William
Faulkner: "el pasado no está muerto, ni siquiera es pasado".
En una intervención ante el comité ejecutivo del PP, tras la
debacle de la formación en las elecciones autonómicas en Cataluña, Pablo
Casado había anunciado esa misma semana la intención de abandonar la
sede del partido como una medida de transparencia y de lucha contra la
corrupción y también la determinación de la dirección de no hablar de
casos del pasado, en alusión a los juicios pendientes del extesorero
Luis Bárcenas.
Pero Núñez Feijóo no solo se dedicó a hablar de Bárcenas lo que
consideró oportuno, sino que reiteró lo que había dicho la noche
anterior en TVE, donde no solo cuestionó el cambio de sede - “si cada
vez que un partido tiene un problema cambia de sede, no quedaría
ninguna"-, sino que se apuntó a la teoría de que se hace porque "se debe
un porrón de dinero. Millones de euros están sin pagar".
No solo es que el presidente gallego recordase que en Galicia
Vox -el partido que envenena los sueños del PP desde 2018- no tiene
representación, ni en el Parlamento ni en los ayuntamientos, sino que
afirmó que la tarea de Pablo Casado es mantener y consolidar el partido
como alternativa de gobierno, "lo más importante en política".
Justo antes había indicado que lo más importante para un
político es ganar elecciones, y si no se gana, pues uno es relevado por
un compañero, "son las reglas", dejó caer.
Para suavizarlo, recordó que Manuel Fraga fue incapaz de ganar
unas elecciones generales mientras estuvo al frente de AP, antecesora
del PP, aunque sí fue capaz de construir y consolidar una alternativa al
PSOE, en aquel momento la fuerza preponderante.
Nunca había sido tan contundente ni tan poco ambiguo en público,
como se caracterizan algunas de sus respuestas cuando quiere eludir un
tema y lo más que había llegado a decir es que al Gobierno de Mariano
Rajoy le faltó relato durante la anterior crisis económica.
Unas declaraciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid,
Isabel Díaz Ayuso, uno de los principales apoyos de Pablo Casado,
ayudaron a aumentar las especulaciones sobre el liderazgo en el PP y las
intenciones del barón gallego.
"Si tengo alguna cuestión se la suelo trasladar al presidente
del PP directamente, porque no me gusta ponerle recados o consejos a
través de los medios de comunicación", dijo en una alusión que fue
interpretada hacia su colega gallego.
Sin embargo, este mismo jueves, fue el propio presidente gallego
el que se encargó de intentar apagar el fuego igual de rápido que había
crecido.
Ante la pregunta directa de si aspiraba a liderar el PP zanjó:
"la repuesta es que no", al tiempo que negó discusiones internas sobre
el liderazgo de Pablo Casado.
Además, afirmó que la presidenta de la Comunidad de Madrid ya
había aclarado que esas manifestaciones "no tenían nada que ver" con él,
por lo que consideró que "no vale la pena desmentir o aclarar" nada al
respecto.
Hace un año, Núñez Feijóo hizo público ante Pablo Casado y
Mariano Rajoy en Ourense lo que otras veces había sugerido, que había
rechazado ser ministro en los gobiernos de su paisano y que había dicho
que no a la propuesta del actual líder del PP para ser vicepresidente
del partido.
Fue en el mitin central de la precampaña, posteriormente
suspendida, para las elecciones del 5 de abril que acabaron celebrándose
el 12 de julio y en las que consiguió su cuarta mayoría absoluta tras
mostrarse partidario de no estar más de dos mandatos en el cargo.
El futuro político de Núñez Feijóó de momento sigue ligado a
Galicia, donde asegura tener contrato por cuatro años, si bien sus
propias declaraciones, con intención o sin ella, remiten a las
consideraciones de Josep Pla sobre los medios y las especulaciones en
política cuando escribió: "el periodismo de Madrid, siempre lo mismo; el
futuro, lo que podría ser, lo que será o no será (…) ya veremos".