EFE | El
'fútbol tradicional', representado en la UEFA, en dirigentes
gubernamentales, instituciones y clubes, ha levantado un frente común
para frenar al 'huracán Superliga', que amenaza con cambiar la
organización de un deporte que para muchos pasará de tener un origen
humilde a ser exclusivo para los clubes más pudientes.
El anuncio de la creación de una competición semicerrada por parte de
doce de los mejores clubes europeos de Inglaterra, España e Italia, al
que se adelantaron con un comunicado el organismo europeo y las ligas y
federaciones de los tres países, ha provocado una tremenda convulsión,
más que una guerra civil, casi nuclear. Los '12' no han vuelto a manifestarse
tras su puesta en escena, pero parecen tenerlo todo muy claro con el
proceso jurídico y competitivo en marcha.
Las reacciones contrarias a esta Superliga no han cesado
de aparecer. La UEFA abandera, lógicamente, el frente común. Su Comité
Ejecutivo, reunido en Montreux (Suiza), no ha cedido un ápice y ha
acordado seguir adelante con el nuevo formato de la Liga de Campeones y
de las demás competiciones continentales que entrarán en vigor en la
campaña 2024-25.
Independientemente de la pretensión de estas entidades de
crear una competición casi cerrada, dentro de tres años el principal
torneo europeo contará con 36 equipos en vez de los 32 de la actualidad.
El presidente de la UEFA, el esloveno Aleksander Ceferin,
ha sido contundente al asegurar que el proyecto de la Superliga es
fruto de "la avaricia, el egoísmo y el narcisismo de algunos" y que
estudiarán la participación de los jugadores de los clubes implicados en
la próxima Eurocopa.
"Estamos evaluando la situación con
nuestro equipo jurídico. Todavía es pronto porque lo anunciaron anoche.
Vamos a imponer todas las sanciones que podamos cuanto antes, sacarles
de todas las competiciones y prohibir a los jugadores participar en
nuestras ellas", dijo.
En un encuentro con varios medios tras la reunión de
Montreux, aseguró que "la Superliga se iba tramando y cociendo desde
hace tiempo con gente como Florentino Pérez y Agnelli" que podían haber
hablado con su institución, siempre dispuesta a ayudar. "Hace unos días recibimos una propuesta interesante y
dijeron que no había nada que hablar. Esto tiene que ver con la
avaricia, el egoísmo y el narcisismo de algunos", agregó.
No obstante, Ceferin dejó la puerta abierta para aquellos
clubes que quieran salirse del proyecto de la Superliga y regresar a
las competiciones de la UEFA, y destacó el respaldo recibido por parte
de la Comisión Europea sobre la postura de la UEFA y la de la FIFA, cuyo
presidente, Gianni Infantino, lo manifestará este martes en el Congreso
de la organización.
Luis Rubiales, presidente de la Real
Federación Española de Fútbol (RFEF) y vicepresidente de la UEFA,
aseguró que el anuncio de la Superliga ha provocado una situación que
"requiere lo mejor de todos los estamentos del fútbol". Además, agregó
que la UEFA y todo el fútbol europeo está más unido que nunca.
"Debemos apelar de manera inequívoca a la responsabilidad
y a los principios que siempre han guiado el deporte más seguido del
mundo", indicó el máximo mandatario de la RFEF, quien afirmó que desde
la UEFA llevan "años trabajando en la reforma de las competiciones para
adaptarlas a los nuevos tiempos, generando más riqueza que nunca, sin
dejar de lado a ningún estamento, y haciéndolo de acuerdo con los
fundamentos de solidaridad y respeto al mérito deportivo".
La Comisión Europea (CE), que este lunes cargó
abiertamente en contra de la Superliga de fútbol europea por cuestión de
"valores", evitó pronunciarse sobre posibles problemas en materia de
competencia y sugirió que los asuntos de gobernanza suelen dirimirse en
cortes de arbitraje y tribunales nacionales.
"Las disputas relativas a la gobernanza en el deporte
generalmente se resuelven mejor en las cortes de arbitraje y en los
tribunales nacionales", declaró en rueda de prensa la portavoz de la
Comisión Europea en materia deportiva, Sonya Gospodinova. Antes, el vicepresidente de la Comisión
para el Estilo de Vida Europeo, el griego Margaritis Schinas, se había
posicionado en contra de la creación de esa competición anunciada por
Real Madrid, Barcelona, Atlético, Milán, Arsenal, Chelsea, Inter,
Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United y Tottenham.
"Debemos defender un modelo europeo de deporte basado en
valores, basado en la diversidad y la inclusión. No hay margen para
reservarlo para los pocos clubes ricos y poderosos que quieren estrechar
lazos con todo lo que representan las asociaciones", señaló Schinas en
Twitter.
El primer ministro británico, Boris Johnson, se
comprometió este lunes a "hacer todo lo que pueda" para evitar que el
proyecto de la Superliga europea de fútbol salga adelante "como está
planeado". "Vamos a mirar todo lo que podemos hacer
con las autoridades del fútbol para asegurarnos de que esto (la
Superliga) no sale adelante", dijo Johnson en declaraciones a los
medios.
El Gobierno español, de momento, apuesta por el diálogo
con todas las partes implicadas, como anunció el ministro de Cultura y
Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes, quien abogó por que haya "un
acuerdo", porque los "planteamientos que suponen un choque de trenes no
son buenos" para nadie.
Rodríguez Uribes también expresó que como Gobierno su
"preocupación es que la liga española no se devalúe", que nada afecte "a
la competitividad de la selección española" y que no se pierdan de
vista "los valores del deporte, que sea abierto".
Asimismo, pidió que se defienda "un deporte de base, las
canteras, que esto no rompa un modelo de deporte entendido como un
derecho y que tiene que ver también con proteger a todos los clubes,
también a los mas modestos". Los '12' esperan contar con tres socios
fundadores más, pero de momento el Borussia Dortmund se ha desmarcado y
el Bayern Múnich y el PSG aún no han dado el paso de entrar en la
Superliga. Lo que sí se ha sabido es que el banco estadounidense JP
Morgan financiará la nueva Superliga Europea de fútbol. "Puedo
confirmar que nosotros financiamos la operación, pero no tenemos más
comentarios al respecto por el momento", corroboró a Efe un portavoz de
JP Morgan por correo electrónico.
Y
mientras, exfutbolistas y jugadores en activo tampoco han dejado
escapar la ocasión para pronunciarse sobre la Superliga. Sobre todo
desde Inglaterra. Nombres como Gary Neville, ex del Manchester United,
declaró estar "asqueado". Otros como Álex Ferguson dijo que hablar de la
Superliga es como "apartarse de 70 años de fútbol europeo".
Entre
los que aún están en activo, Ander Herrera (PSG) estalló contra el
nuevo formato. "Amo el fútbol y no puedo quedarme callado ante esto,
creo en una 'Champions League' mejorada, pero no en que los ricos roben
lo que el pueblo creó, que no es otra cosa que del deporte más bonito
del planeta", escribió en Twitter.
Mesut Özil, ex del Real Madrid y ahora
en el Fenerbahce, también atacó a la Superliga: "Los niños crecen
soñando con ganar el Mundial y la Champiosm no la Superliga. Lo bonito
de los grandes partidos es que solo ocurren una o dos veces al año, no
todas las semanas".
Otros
se unieron a la lista. Luis Figo calificó el campeonato como un
movimiento "codicioso e insensible", Bruno Fernandes, media punta del
United, compartió una publicación de Instagram del portugués Daniel
Podence en la que muestra su rechazo a la Superliga: "El balón, la
canción, el suelo. La volea de Zidane, Kaka, el Liverpool en Atenas, Ole
(Solskjaer) en Barcelona, Cris y Seedorf... Hay cosas que simplemente
no se pueden comprar".
¿Buena
reorganización del máximo torneo continental o codicia de los clubes
más poderosos? Este domingo comenzó un debate que durará mucho tiempo y
en el que se verán implicadas instituciones de primer nivel y todos los
actores del mundo del fútbol. La pelea entre el sector "tradicional"
contra el "huracán Superliga" no ha hecho más que empezar.