JUEGOS ONLINE
Los peligros del juego han llegado a los barrios
El negocio del juego online en España facturó, en términos de cantidades jugadas, un total de 21.600 millones de euros en 2020, según los datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ). El margen de juego o GGR (Gross Gaming Revenue), que no es otra cosa que las cantidades brutas que perciben los operadores una vez restados los premios entregados a los usuarios, alcanzó los 850,6 millones de euros, la cifra más alta desde que se recogen datos. Las apuestas son el segmento en que participan más personas. Cada fin de semana, miles de gallegos buscan pronósticos de fútbol fiables para apostar en diferentes partidos. Aunque se trata de una actividad plenamente integrada en la sociedad, el juego supone un peligro para una parte de la población.
Galicia cuenta en la actualidad con 115 salones de juego, 40 casas de apuestas, 11 bingos, dos casinos y una sala adicional. Los establecimientos de juego están repartidos por todos los barrios de las ciudades gallegas, principalmente en zonas con rentas bajas o medio bajas. La mayoría de los gallegos, al igual que el resto de los españoles, juega por la ilusión de ganar los premios en metálico. De hecho, muchos jugadores buscan tipsters profesionales para realizar apuestas deportivas con ciertas garantías de éxito. La gente apuesta por necesidad, ya que se sumergen en el mundo del juego con la promesa de ganar dinero fácil. Por este motivo, los expertos señalan que se está normalizando la actividad sin advertir de las consecuencias que tiene, sobre todo en los barrios humildes.
Proteger a la juventud
Muchos colectivos vecinales han protestado en los últimos años por el crecimiento descontrolado de los locales de juego y los salones de apuestas en las ciudades gallegas. Vigo, A Coruña, Ourense, Lugo, Santiago y Pontevedra alcanzan cifras de licencias de juego que en la mayor parte supera la decena. Como hemos comentado anteriormente, los barrios históricamente más humildes y accesibles para personas con rentas bajas están siendo los más castigados por la proliferación de estas instalaciones dedicadas al juego. Por norma general, las casas de apuestas suelen situarse cerca de centros educativos, ya que buscan gente joven, con un perfil de 15 a 25 años. Esto se debe a que se trata de personas que no tienen desarrollada toda su capacidad volitiva, por lo que si prueban las apuestas seguramente seguirán apostando con el paso de los años.
No cabe duda de que los jóvenes de los barrios humildes son los más expuestos al juego. Jóvenes que suelen quedar en los locales de apuestas para ver los partidos de fútbol y apostar por sus equipos favoritos. Son varias las razones que explican esta atracción por el juego, entre ellas las numerosas estrategias de publicidad impulsadas por los operadores a través de diferentes canales de comunicación y redes sociales. Los reclamos publicitarios, como las promociones, los bonos de bienvenida o los anuncios en los medios de comunicación, son especialmente relevantes en estos grupos más vulnerables, ya que se trata de personas con problemas económicos que necesitan conseguir dinero rápido y no suelen tener información sobre el juego.