AKIRA NÚÑEZ / PORTUGAL | Portugal atraviesa su peor temporada de incendios forestales en más de una década, con más de 42 000 hectáreas consumidas por el fuego desde junio. Las regiones más afectadas son el centro y el norte del país, donde las altas temperaturas, la baja humedad y los vientos intensos han favorecido la propagación de las llamas.
Protección Civil ha movilizado a más de 1 200 bomberos y medios aéreos para combatir los focos activos, mientras varias aldeas han sido evacuadas de manera preventiva. Las autoridades advierten que el cambio climático y el abandono de tierras agrícolas están incrementando la magnitud y frecuencia de estos incendios.
El Gobierno ha declarado el estado de alerta especial hasta finales de agosto y pide a la población extremar precauciones. La comunidad internacional, incluida España, ha ofrecido apoyo logístico y humano para las labores de extinción y recuperación de las zonas afectadas.