AKIRA NÚÑEZ | El balance provisional eleva a 67.000 hectáreas quemadas el total en la comunidad durante este 2025, un año que ya marca récords por la magnitud y extensión de los fuegos. Municipios como Chandrexa de Queixa, Vilariño de Conso, Oímbra y Xinzo de Limia también han resultado gravemente afectados.
Las autoridades han decretado zonas catastróficas y activado planes de emergencia, con evacuaciones de vecinos y graves pérdidas materiales y ambientales. En paralelo, otro gran incendio en Jarilla (Cáceres) se extendió hasta Salamanca, arrasando 15.500 hectáreas.
Aunque la mejora de las condiciones meteorológicas ha permitido estabilizar parte de los frentes, los equipos de extinción advierten de que persisten focos activos. Este desastre abre el debate sobre la urgencia de reforzar la prevención forestal, la financiación en medios de extinción y la adaptación al cambio climático, ya que Galicia sigue siendo una de las regiones más vulnerables a los incendios en Europa.