AKIRA NÚÑEZ | Los gobiernos de Portugal, España y Francia mantuvieron esta semana nuevas conversaciones técnicas para acelerar los proyectos de interconexión eléctrica en la Península Ibérica, en respuesta al apagón masivo del pasado abril, que afectó a miles de usuarios y puso en evidencia la limitada conexión de la región con el resto de Europa.
Las reuniones, celebradas en Madrid entre el 21 y el 23 de octubre, contaron con representantes de los tres ministerios de Energía y de la Comisión Europea. El objetivo fue revisar los avances del Bay of Biscay Interconnector, un proyecto clave que busca mejorar la capacidad de transmisión entre España y Francia, con impacto directo sobre la seguridad energética de Portugal.
Actualmente, la Península Ibérica solo cuenta con alrededor del 3 % de interconexión eléctrica con el resto del continente, muy por debajo del 15 % recomendado por la UE para 2030. La Comisión Europea considera esta limitación una prioridad estratégica, especialmente ante los desafíos del cambio climático y la transición a energías renovables.
El ministro portugués de Medio Ambiente y Energía, Duarte Cordeiro, destacó que “reforzar las interconexiones es esencial no solo para garantizar estabilidad, sino para que Portugal pueda exportar la energía limpia que produce”.
Con este acuerdo, los tres países se comprometen a acelerar los procesos de autorización ambiental y a garantizar que las obras principales comiencen antes de mediados de 2026.