AKIRA NÚÑEZ | El pasado domingo 12, Portugal implementó oficialmente el Entry/Exit System (EES), el nuevo sistema europeo de control fronterizo que sustituye los sellos tradicionales de pasaportes por un registro digital y biométrico de entradas y salidas.
Con esta medida, Portugal se une al resto de los países del espacio Schengen en la modernización de los procedimientos migratorios. Desde su entrada en vigor, los viajeros de terceros países deben registrar huellas dactilares, fotografías y datos de viaje, lo que permite un seguimiento más preciso de los movimientos fronterizos.
Las primeras semanas del sistema han estado marcadas por una fase de adaptación, con algunos retrasos en los aeropuertos y puntos fronterizos, especialmente en Lisboa y Faro. Sin embargo, las autoridades portuguesas consideran que esta transición permitirá mejorar la seguridad y reducir el riesgo de entradas irregulares a medio plazo.
El Ministerio de Administración Interna subrayó que el objetivo principal es “garantizar un control más eficaz sin comprometer la movilidad ni los derechos de los viajeros”. En paralelo, se prevé una campaña informativa dirigida a turistas y residentes extranjeros para facilitar el registro y evitar confusiones.